UniónGC exige a la Dirección General de la Guardia Civil un protocolo para atajar el acoso laboral en la Benemérita

La Unión de Guardias Civiles,(UniónGC.) exige a la Dirección General de la Guardia Civil, un protocolo para atajar el acoso laboral en la Benemérita

Ante las numerosas bajas psicológicas, suicidios e intentos de los mismos en la Guardia Civil, siendo esta Institución el colectivo que más índice padece, la Dirección General de la Institución tiene que solucionar definitivamente la gravedad de los hechos que están sucediendo en el Cuerpo. No vale con salir al paso y decir “desconocemos los motivos que han podido llevar a ello al agente” ó cosas similares como estamos acostumbrados a escuchar. La reciente sentencia de una juez de lo Social, la cual  ha reconocido como accidente de trabajo la depresión y el estrés que sufrió un ertzaina adscrito a la Unidad de Juego que había denunciado acoso laboral, ha de ser tenida en cuenta en la propia Guardia Civil, ya que en el siglo XXI, el acoso laboral que se está cometiendo en la Guardia Civil es muy elevado, así como sus bajas psicológicas, motivadas en un 90 % por casos de persecuciones y acosos laborales y su dificultad para poder denunciar estos hechos, ya que si en la vida civil son difíciles de demostrar, en la Guardia Civil lo son aún más, ya que el sometimiento a las ordenes, y su “carácter militar”, encubren dichos casos de acoso.
La magistrada sostiene en su sentencia que la única causa posible de la ansiedad y el estrés diagnosticado al agente es el ambiente laboral en su unidad. En concreto, el conflicto surgido a raíz de los cambios en el calendario laboral, derivaron en un "control excesivo" y una "excesiva rigidez" a la hora de chequear el trabajo del agente. Una "tensión" que ni la jefatura ni el ertzaina supieron "encauzar", circunstancias que están al orden del día en la Guardia Civil, incluso en casos recientes en los que se ha interpuesto denuncia ante el propio Director General del Cuerpo, el cual entiende que son simples diferencias de pareceres entre el mando y el subordinado, sin que por su parte haya tomado ningún tipo de medidas, ante las graves vulneraciones continuas en los derechos del Agente y representante asociativo.
El citado informe ya reconocía que las partes en conflicto no habían sido capaces de "encauzar el problema", habiéndose generado "tensión y control excesivo" del trabajo de los citados ertzainas. "Se ha producido un enconamiento de las posturas enfrentadas por no ser atajado desde el momento inicial", recuerda la resolución.
La titular del Juzgado de lo Social número 3, Beatriz García Celaa, ha fallado a favor del policía en la causa abierta para que se reconociera la vinculación entre el cuadro de estrés y depresión que sufrió y su situación laboral en la unidad.
Con todos esos datos, declaraciones e informes, la juez considera con claridad que la única causa de la depresión y estrés es el ambiente laboral. "Conflictividad que fácilmente puede determinar estrés y angustia laboral de un trabajador que se siente perseguido o excesivamente controlado por sus superiores.
Estos hechos en la Guardia Civil, son aún mucho más graves, acabando en muchas ocasiones en suicidios, al no verse el agente protegido  en ninguna instancia, ni tener un órgano real, donde efectuar la correspondiente denuncia, siendo en múltiples ocasiones sancionado por denunciar a un superior, agravándose aún más su estado de persecución y acoso por los responsables del mismo; amparándose éstos en la doctrina militar y castrense más dura.
La juez, además, apuntó que esa depresión "no pudo entenderse como una cuestión vivencial del trabajador que ha interiorizado de manera equivocada las reacciones de la jefatura por tener una psique predispuesta o enferma", hechos que en la Guardia Civil y ante las bajas psicológicas, son los motivos siempre alegados, para no reconocer como “Causa del servicio”, dicha enfermedad y evitarse el emolumento correspondiente. De hecho, el policía no tiene "ningún antecedente de ansiedad o depresión" y resalta que esta situación de ansiedad y estrés "ha sido compartida por el resto de trabajadores sometidos a la misma situación de control o presión" que han pasado por periodos de baja laboral con diagnósticos similares. Por todo ello, la magistrada consideró la baja como un accidente laboral y condenó a pagar los periodos de baja en una base reguladora diaria de 82,07 y 81,75 euros en los dos periodos en los que estuvo de baja por estrés en 2003 y 2004.
La Unión de Guardias Civiles, entiende esta sentencia como un paso más para los derechos de los agentes, de uno u otro Cuerpo y solita a la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, que se establezca un protocolo serio y eficaz, similar al de la Ertzainza, si bien diferenciado, para atajar el acoso laboral, cuyo protocolo contra el acoso laboral, evita que la investigación de las denuncias por mobbing salga del seno de la propia estructura policial.
Esta Asociación considera que debe remitirse la investigación de las denuncias de acoso a Función Pública, pero permitiendo a las asociaciones profesionales disponer de un miembro en la comisión correspondiente, así como personal ajeno a la administración, ya que los expertos y los observatorios que han estudiado el acoso laboral siempre recomiendan personas independientes, con poder decisorio y sin interferencias para atajar este tipo de prácticas en los centros de trabajo.