El veinticinco por ciento de las rescisiones voluntarias del contrato y el cuarenta por ciento de las consultas laborales en La Rioja se deben a trabajadores que están sufriendo mobbing, según informó esta semana Comisiones Obreras en un comunicado.
Por este motivo el sindicato va a poner en marcha una campaña para exigir al Parlamento la aprobación de una ley que regule y tipifique esta forma de violencia.
CC.OO. define el acoso moral como "todo comportamiento negativo entre compañeros o entre superiores e inferiores jerárquicos, que provoca en la víctima acoso y ataques sistemáticos, de modo directo o indirecto, con el objetivo y/o el efecto de hacerle el vacío".
El Comité Consultivo de la Comisión Europea, en el que participa un representante de CC.OO., está estudiando el tema con vistas a la adopción de una directiva, considerando el acoso moral o 'mobbing' como "un riesgo que entra dentro de las obligaciones de evaluación y prevención por parte del empresario".
En La Rioja, según CC.OO., este problema tiene "una incidencia considerable", ya que afecta al veinticinco por ciento de las rescisiones voluntarias de contrato de trabajo y al cuarenta por ciento de las consultas laborales, tanto en los servicios de asesoría jurídica como en las federaciones.
Según el departamento de Salud Laboral de CC.OO., la violencia psicológica o el acoso moral en el trabajo afecta a casi un diez por ciento de los trabajadores en España y es la causa del quince por ciento de los suicidios en nuestro país.
Se manifiesta a través de comportamientos laborales que ocasionan daños físicos y psíquicos, indicaron. Consiste en "diversos procedimientos insidiosos y reiterativos de destrucción de jefe a subordinado", explicaron.
"Se trata de tiranos implacables que cargan a sus empleados de horas y horas de trabajo, de exigencias incongruentes". Son jefes con gran terror a perder el poder y para asegurárselo "acuden al recurso del autoritarismo, la vejación y la humillación", aseguraron.
Estos, prosiguieron, tratan de aislar y descalificar, utilizando la rumorología o la tergiversación y hacen el vacío hasta provocar el cambio de puesto o el despido.
Por último, destacaron "la invisibilidad social" de esta forma de violencia. "Las víctimas no encuentran cómo defenderse, porque tampoco hay instrumentos jurídicos a los que acogerse", criticaron.
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