Los españoles piden sanciones más duras para quienes fumen en lugares prohibidos por la Ley del Tabaco y campañas específicas para concienciar a los jóvenes sobre los riesgos de la nicotina que incluyan gestos como no permitir a los médicos que consuman cigarrillos ante sus pacientes.
Estas son algunas de las conclusiones clave del estudio realizado por la Fundación Salud, Innovación y Sociedad titulado "Cambios en actitudes, creencias y conductas en relación con la Ley 28/2005 de medidas frente al tabaquismo".
El informe, que contó con la financiación de Novartis, analiza la evolución de las opiniones y comportamientos de una muestra de ciudadanos españoles de distintas edades, sexos y profesiones, respecto a la denominada Ley del Tabaco durante los 18 meses comprendidos entre mayo de 2006 y marzo de este año a través de grupos de discusión focalizados que se reunieron en 15 sesiones.
La investigación consigue confrontar las opiniones de los profesionales de la hostelería, el sector más crítico con la medida; de los trabajadores de oficina, que han vivido en primera persona los efectos de la aplicación de la norma y las de los adolescentes, el grupo con más contradicciones pero el más partidario de endurecer las sanciones para quienes incumplan las directrices sobre el humo.
En general, todos los grupos coinciden en señalar que la ley del tabaco ha sido "necesaria y oportuna" para España, donde llegó a proteger los derechos de los no fumadores, a crear espacios libres de humo y a sensibilizar a los consumidores de los prejuicios de este hábito, consiguiendo que muchos redujeran su número de cigarrillos diarios e incluso se animaran a intentar dejarlo. Asimismo, valoran que la norma "siga la corriente europea de limitaciones al tabaco".
Piensan que se ha logrado "reducir sensiblemente" el consumo de tabaco, que el grado de adaptación y cumplimiento de la norma entre la población "es alto" porque se han acostumbrado a la prohibición y que existe "cierta predisposición" a aceptar más restricciones.
Asimismo, los participantes del estudio dicen que con el tiempo, "han ido disminuyendo las pausas para fumar durante la jornada laboral".
UNA APLICACION "DECEPCIONANTE"
Sin embargo, dicen que la evolución que ha seguido su aplicación ha sido "decepcionante" por haber resultado "menos exigente y sancionadora de lo que se esperaba" y porque a juicio de la muestra, las autoridades sanitarias "apenas ofrecieron ayudas y tratamientos gratuitos" para dejar de fumar, por lo que ha conseguido "una influencia baja" en el número de personas que dejaron el hábito.
Consideran que "son pocos" los bares y restaurantes que han tomado en serio la medida, que "no ha influido nada" en los jóvenes y que en un principio, permitió la aparición de marcas más baratas. Además, denuncian que tras la entrada en vigor de esta ley, "no se sabe más que antes" respecto a los riesgos del tabaco, por lo que poca gente se plantea dejar de fumar, sobre todo en el tiempo de ocio y cuando hablamos de los jóvenes o de los fumadores más empedernidos.
Como ya no se sienten 'perseguidos' por la norma y conseguir tabaco sólo es "un poco más difícil" que antes, han aumentado "levemente" las infracciones en los centros de trabajo. Eso sí, los locales libres de humo han perdido "algunos clientes" fumadores y se sale más a la calle para echar un cigarrillo, a pesar de que el local lo permita, por la condensación de humo que existe en estos lugares.
Desde su punto de vista, concienciar a los españoles definitivamente pasa por endurecer las sanciones por fumar en lugares prohibidos, establecer programas de incentivos para dejar de fumar y acabar de arruinar la imagen del tabaco unido al ocio y al relax.
Denuncian que aún existe "una alta presencia y tolerancia" del humo en nuestra sociedad y que el número de establecimientos que lo venden es todavía "muy alto y estable". Entre los factores que frenan para dejarlo, su poder adictivo, otras drogas y el miedo a engordar.
Para mejorar la situación creada por una "ley blanda" que se ha "estancado" en su desarrollo, los ciudadanos proponen también evitar que los médicos fumen para "dar ejemplo"; que se venda un tabaco "más natural y sin aditivos" y que se aumente la restricción a la venta, sobre todo para los jóvenes, un colectivo para el que piden una especial atención y medidas específicas, entre otras iniciativas.
http://www.abc.es/20070824/sociedad-sanidad/espanoles-reclaman-sanciones-duras_200708241210.html
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