La vocal de comunicación de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria en Madrid (semFYC), Blanca Novella, indicó que para evitar el síndrome postvacacional se debe regresar a la rutina laboral "con una actitud positiva" y pensando que durante el año "pueden pasar cosas buenas".
En declaraciones a Europa Press TV, Novella resaltó que aunque se tienda a pensar lo contrario, este síndrome nunca será catalogado como una enfermedad ya que se trata de "un conjunto de signos y síntomas" que surgen por la adaptación de la persona de unas de ocio y vacaciones hacia una rutina de trabajo.
Según explicó, los síntomas más frecuentes son "cansancio, irritabilidad, falta de apetito e insomnio", y añadió que también se pueden presentar signos físicos como "dolores musculares, dolor de estómago o cefalea", y también psicológicos como "ideas de tristeza, o de ruina". No obstante apuntó que "en ningún caso los síntomas son lo suficientemente intensos como para que interfieran la actividad habitual".
"Hay un reloj biológico en el organismo que se ha adaptado durante los periodos de ocio a una serie de rutinas como el acostarse más tarde, el levantarse también tarde o incluso el echarse la siesta, y el organismo debe volver adaptarse a unos horarios más rígidos, a unas exigencias de mayor estrés y de trabajo, y por lo tanto hay que darle una oportunidad", indicó.
En este sentido, apuntó que para que el paso sea progresivo y no brusco, durante la semana previa a la vuelta al trabajo "lo más sensato es acostarse más temprano, levantarse a una hora fija, en ningún caso echar la siesta y tomar comidas frugales".
SÍNDROME DE BURNOUT.
Preguntada por el perfil de la persona que suele sufrir el síndrome postvacacional, Novella señaló que se da fundamentalmente "en personas jóvenes, menores de 40 años, habitualmente insatisfechas con su trabajo, aburridos o con el síndrome de Burnout –personas que no han cumplido sus expectativas dentro del mundo laboral–".
"La vuelta al trabajo por lo tanto significa un paso importante entre lo que uno tiene idealizado como el momento estupendo, y la vuelta al lugar que no le satisface. Por eso es conveniente que cuando alguien ha tenido varios episodios de síndrome postvacacional se replantee si hay algo en su trabajo que puede mejorar para que eso no pase", apostilló.
Por otro lado, afirmó que el síndrome también puede darse en los niños y jóvenes con la vuelta a las clases, e indicó que pueden mostrar "más cansancio, estar enfadados, más tristes e irritables"; por este motivo, recomendó que los padres les vayan habituando poco a poco a las rutinas del curso durante los días previos.
Por último, señaló que en ningún caso se recomienda "la automedicación con psicofármacos" para sobrellevar el síndrome postvacacional. "Es importante tener en cuenta los posibles efectos perjudiciales secundarios y contrastarlos con los efectos beneficiosos; además los medicamentos no hacen falta porque es un proceso autolimitado, en dos semanas uno se va a adaptar al ritmo de trabajo", concluyó.
Los comentarios están cerrados.