El verano llega a su fin, y hemos de reincorporarnos otra vez a la rutina de la vida laboral. Cada vez es mayor el número de profesionales conscientes de que en estos días conviene enfrentarse a la vuelta al trabajo de forma saludable, pero lo que muchos olvidan en el momento en el que se reincorporan a la oficina, es que durante su ausencia, sus puestos de trabajo han podido acumular polvo y nuevos gérmenes.
Ya en el día a día del trabajo, el ordenador, el ratón, y el teléfono suelen acumular 400 veces más gérmenes y bacterias por centímetro cuadrado que el inodoro de la oficina, tal y como muestra un estudio de la Universidad de Arizona. En contra de lo que podemos pensar, estos elementos se posicionan como los puntos de mayor concentración de bacterias en una oficina. Es extraño que, todavía hoy, las saludables prácticas para mantener nuestro hogar libre de gérmenes, no se hayan extendido al ámbito de la oficina.
Es más, según la investigación Office Germs Research 2002-2006, la media de bacterias en cada puesto de trabajo asciende a los 10 millones. Según el mismo estudio, el virus de la gripe y otros, asimismo, pueden sobrevivir en las superficies de trabajo en las oficinas más de 72 horas.
Fellowes, empresa norteamericana proveedora a nivel mundial de productos de ergonomía , recomienda, para asegurar una vuelta saludable, que además de seguir los clásicos consejos que suelen dar los expertos en psicología y nutrición por estas fechas, conviene garantizar que el entorno de trabajo sea lo más higiénico posible.
Tres son las principales recomendaciones que propone la firma:
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Desinfectar frecuentemente –si es posible a diario- la mesa, el ordenador, y el teléfono en la oficina
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Evitar la acumulación de alimentos en el puesto de trabajo
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Lavarse las manos con regularidad
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