Para muchos seguramente este primero de Septiembre es uno de los días más duros del año. Se acaba lo bueno y hay que volver al trabajo. Vuelve la rutina y del descanso y la playa queda sólo el recuerdo. Más del 35 por ciento de los trabajadores españoles que regresan a la oficina, padecerán estrés o depresión postvacacional.
Café solo para empezar con energía, después de 30 días sin poner el despertador. Manel es uno de los millones de españoles que hoy empieza su jornada laboral. Son las 8 de la mañana y toca ir a la oficina, abajo le espera un gran atasco, unos treinta minutos de retención. Es la estresante peregrinación hacia su particular "vuelta al cole". Manel Gorgues, trabajador de una empresa de licores, afirma que es "¡Es horrible! Porque todo está lleno de coches".
Es el momento de entrar en la empresa y reencontrarse con el jefe. Los pedidos y las facturas se acumulan en la mesa. Y en el ordenador, cientos de correos electrónicos le esperan. Es la puesta a punto después del verano y la vuelta a la oficina es dura "un mes sin despertador, sin hacer nada, sin tráfico y ahora volver a empezar", comenta.
Depresión, apatía, tensión o nauseas son algunos de los síntomas del síndrome postvacacional. Un trastorno que, según los expertos, padecen el 35 por ciento de los trabajadores españoles. Pero volver a la rutina tiene también su lado positivo. Oriol Soler dice que "se ha engordado un poco" y que ahora con los nervios del trabajo perderá peso.
Para superarlo hay que recargarse de optimismo. Montse Cotura, otra trabajadora, se consuela pensando que "queda poco para Navidad". Si no logra levantar cabeza, mire su calendario, sólo quedan cuatro días para el fin de semana.
Los comentarios están cerrados.