CCOO denunció ayer que la “mayoría” de empresas de Baleares no realizan “debidamente” la evaluación de riesgos laborales para conocer los peligros para la salud del trabajador que comporta su actividad laboral, lo que contribuye, junto a la práctica ausencia de formación en determinadas profesiones, a un incremento de las cifras de siniestralidad laboral en la Comunidad.
Ayer por la mañana un trabajador de mediana edad se precipitó de una altura de ocho metros en un centro escolar de Palma, sufriendo un trauma craneoencefálico y torácico. Sólo el martes, fallecieron seis personas en el conjunto de España en accidentes laborales, la mayoría de ellos en el sector de la construcción.
Frente a este panorama, el secretario de Acción Sindical y Salud Laboral, Baltasar Piñeiro, lamentó en declaraciones a Europa Press que las tasas de siniestralidad laboral en España sean de las más altas de Europa y, concretamente, dentro del país, Baleares lidere, según datos de 2006, esta fatal estadística.
El responsable sindical criticó que la ley de Prevención de Riesgos Laborales (1995) no se esté cumpliendo de forma estricta. “No conozco ninguna ley en España que se cumpla tan poco”, exclamó. Según Piñeiro, entre el 60 y 70 por ciento de las empresas de Baleares incumple esta obligación, y, además, el hecho de que ocho de cada diez sociedades de las islas sean microempresas (menos de 30 trabajadores) contribuye a poca rigurosidad por parte del empresario.
Sin embargo, unido a ello la “lacra” de la precariedad laboral también ayuda al incremento de los accidentes en el trabajo. “Si un trabajador no tiene un empleo fijo y varía su actividad cada dos por tres es muy difícil que reciba la formación adecuada”, expresó Piñeiro. La construcción es la que acusa con diferencia un mayor número de accidentes y, en el caso de Baleares, el Govern se convierte en el “máximo” empresario de este sector con la promoción de obra pública.
La dinámica de las subcontratas, en la que llegan a participar en una obra hasta siete empresas diferentes, impide que el trabajador reciba la formación adecuada de los riesgos laborales. “Es sintomático que de las 12 muertes registradas en Baleares en 2006 7 se dieran en la construcción, la mayor parte de ellas en obra pública concesión del Govern”, destacó el responsable sindical, que lamentó que se trata de “empresas que aparecen y desaparecen y no ofrecen ninguna garantía de continuidad en la formación”.
Recuperar la figura de agente de prevención
Asimismo, aseguró que durante el Pacto de Progreso existía un agente de prevención de riesgos laborales en cada obra pública, una figura que desapareció con la “llegada del PP al Govern de Jaume Matas“. Así, indicó que entre 2000 y 2003 la curva de siniestralidad laboral fue descendiente mientras que en los últimos cuatro años “se ha disparado”.
El próximo 13 de septiembre sindicatos y patronal se reunirán en la Conselleria de Trabajo en el primer consejo de salud laboral.
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