"El trabajo puede ser una causa y una cura". Así de tajante es un informe británico acerca de las dolencias musculoesqueléticas (como lumbalgia o artritis), que ha analizado los entresijos de estos problemas y su impacto en el mundo laboral.
"El trabajo es, sin duda, bueno para nuestra salud. Incluso cuando estamos malos o lesionados, continuar en el trabajo —al menos en ciertos puestos— es a menudo mejor para la recuperación que largos periodos alejado del empleo", concluye el informe británico.
Este análisis, elaborado por la asociación británica The Work Foundation, ha revisado las investigaciones realizadas al respecto y ha entrevistado a 15 especialistas en salud laboral. En concreto, se centraron en cuatro trastornos musculoesqueléticos: el dolor de espalda, la artritis, la espondilitis anquilosante (artritis de columna) y los problemas en las extremidades superiores, como codo de tenista o síndrome del túnel carpiano.
Pese a que estos problemas mantienen a un millón de trabajadores alejados de sus empleos, los autores del informe piden un cambio de mentalidad: a la larga, estar sin trabajar resulta contraproducente. "Existen aplastantes evidencias de que estar sin trabajar es, en sí mismo, malo para la salud", señala el trabajo.
"Mientras las condiciones físicas del trabajo pueden causar o agravar los síntomas musculoesqueléticos, el impacto y los resultados de los pacientes (baja laboral e incapacidad) está estrechamente relacionada con factores psicosociales. Las evidencias sugieren que el trabajo puede ayudar a mejorar el deterioro de muchos trastornos y ayudar a recuperarse de un trastorno musculo9esquelético. Sin embargo, muchos médicos de cabecera y empresarios piensan erróneamente, que el paciente con trastornos musculoesqueléticos debe estar bien al 100% antes de plantearse cualquier retorno al trabajo", reza el informe.
Para evitar esos largos periodos alejado del puesto de trabajo, el informe aconseja intervenciones precoces. Así, instan a los médicos de cabecera a que identifiquen los casos en los que la vuelta al trabajo puede resultar positiva. El artículo apuesta por la colaboración entre pacientes, empresarios y médicos de atención primaria para lograr un equilibrio enrte la necesidad de descanso y la necesidad de trabajar. En ciertos casos, el acceso inicial a fisioterapia o fármacos puede atajar la gravedad del problema.
Los autores británicos también recomiendan a los empresarios mejoras en el lugrar de trabajo, desde ajustes en los horarios laborales, hasta medidas ergonómicas o no evitar las exigencias excesivas o lesivas para el trabajador. "Nuestra intención es reconocer el considerable avance que se ha hecho [en este campo] durante las dos úlktimas décadas, pero también animar a los actores a que reconozcan que se pueden hacer más cosas", comentan.
Isabel Espiño
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