En el grueso de siniestros mortales, no obstante, siguen estando detrás la falta de medidas de seguridad. Veintiséis personas fallecieron por ello, seis menos que en el primer semestre de 2006, según los datos aportados por la Dirección General de Trabajo de la Conselleria de Economía. El resto de fallecimientos (11) se produjeron en misión, en desplazamientos de los trabajadores. Se han reducido ligeramente, uno menos que un año antes.
La evolución de los datos permite concluir a la Administración que las medidas que se están aplicando en los centros de trabajo están dando resultado, pero hay que incidir en los hábitos de vida de los empleados. Ahí adquieren especial relevancia, según indicó el director general de Trabajo, Román Ceballos, los servicios de vigilancia de salud de las empresas, que deben reforzar el control entre los trabajadores para detectar conductas de riesgo e intentar eliminarlas.
Mala tendencia
Los accidentes mortales en la Comunitat han aumentado en la primera mitad del año y los sindicatos advierten de que, si se sigue esa tendencia, 2007 va a ser un mal año en siniestralidad laboral. Se puede truncar así la reducción en siniestros mortales que reflejan los datos interanuales, según un informe realizado por el Ministerio de Trabajo. Entre julio de 2006 y junio de 2007, los accidentes laborales segaron la vida de 97 personas en la Comunitat Valenciana, siete menos que un año antes. En España la cifra asciende a 897 trabajadores muertos. Pese al dramático balance, el Gobierno destaca que los datos recogen 75 fallecimientos menos.
Los sindicatos ven con preocupación el repunte de mortalidad en el primer semestre y, aunque desconocen la causa última del incremento, apuntan a cierta relajación en materia de vigilancia e inspección laboral. A ello, el responsable de Acción Sindical de UGT-PV, Carlos Calero, añade los datos ‘‘bastante negativos’’ del último trimestre (todavía sin concluir), con una quincena de fallecidos.
El balance interanual refleja, según destacó la Dirección General de Trabajo, una reducción del índice de incidencia de la siniestralidad laboral del 8,6%, el mayor descenso registrado en España tras el País Vasco. El porcentaje de siniestros por población activa se sitúa en el 5,6%, ‘‘uno de los más bajos de la historia’’. Pese a que se trata de datos ‘‘bastante alentadores’’, Ceballos aseguró que no supondrán una ‘‘relajación’’ de la actividad supervisora y recordó que el Plan de Actuación Preferente para empresas con mayor siniestralidad se ha ampliado de 4.600 negocios supervisados a 32.000 en el ejercicio 2007-08.
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