Alrededor de 500 inmigrantes participan cada año en los cursos de castellano y valenciano que imparten los voluntarios de Cruz Roja en la capital de La Plana para contribuir a que estos ciudadanos puedan conseguir una mejor integración, según explicó la coordinadora del Programa de Integración Socio-Cultural de Inmigrantes de la entidad benéfica, Ester Sánchez.
"Dicho programa, que se inció a principios de los 90 con los refugiados como principales usuarios, ha ido evolucionando a la vez que lo ha hecho el ciclo migratorio en Castellón con el fin de poder satisfacer la demanda existente", indicó Sánchez.
La responsable de este programa destacó el incremento *que ha experimentado la demanda de valenciano entre los inmigrantes, con la participación de 88 alumnos en los nueve cursos que se impartieron en 2006. Según dijo, en estos cursos, que cuentan con una subvención de la Academia Valenciana de la Lengua, el 70 por ciento de los usuarios son sudamericanos, mientras que el resto son de nacionalidad rumana, marroquí y brasileña, principalmente.
Asimismo, entre los participantes hay inmigrantes que ya llevan tiempo en España y otros que acaban de llegar, "y hay algún caso que aprende el valenciano y el castellano a la vez", matizó Ester Sánchez, la cual resaltó las facilidades en el aprendizaje del valenciano que tienen los inmigrantes procedentes de los Países del Este y de Marruecos.
Respecto a los cursos de castellano, en los que el pasado año participaron 391 alumnos, el perfil es muy similar al de los usuarios de valenciano, aunque éstos también se extienden a otras nacionalidades como china o nigeriana.
La mayor parte de participantes, tanto en cursos de valenciano como de castellano, son mujeres "lo que hace unos años era impensable, pero ahora son conscientes de que el idioma les puede ayudar a la integración laboral", indicó la responsable del programa.
Muchos de los usuarios de estos cursos participan en otros programas de Cruz Roja, como el de medio ambiente, en el que se programan salidas periódicas durante los fines de semana, cenas interculturales o video-forum "actividades en las que, además de integrarse culturalmente, tienen la posibilidad de practicar el idioma", añadió Sánchez.
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