La Generalitat ofrecerá a los inmigrantes que vivan o que lleguen a Catalunya la posibilidad de acogerse al servicio de primera acogida, a través del cual podrán seguir cursos de formación lingüística, social y laboral orientados a facilitar la integración de los extranjeros en la comunidad.
Así lo contempla el anteproyecto de la Ley de acogida de la inmigración, que previsiblemente entrará en vigor en el año 2009, una vez superado el trámite parlamentario, que se realizará por la vía de urgencia, según ha explicado hoy la consellera de Acción Social y Ciudadanía, Carme Capdevila.
El servicio de primera acogida, que se extenderá a todo el territorio catalán, tendrá su punto de partida en una entrevista con un agente de acogida, que, de manera "personalizada", evaluará las necesidades de cada inmigrante, ofreciéndole la información adecuada y derivándole, si es necesario, a otros servicios públicos o privados.
Los usuarios de este servicio de primera acogida podrán, además, asistir a cursos de catalán, de manera que puedan obtener el certificado de conocimiento básico del idioma (nivel A-2), y recibir formación sobre la sociedad catalana, sus servicios públicos, sus instituciones y sus derechos y deberes.
También recibirán información sobre el mercado laboral y las vías para encontrar trabajo, así como conocimientos y asesoramiento sobre sus derechos laborales y la ley de extranjería.
La consellera Capdevila ha señalado que este servicio de primera acogida se prestará tanto en el exterior de Catalunya, en los países de procedencia de los inmigrantes, como en el ámbito local y los centros de trabajo de Catalunya.
Precisamente, para ofrecer este servicio en el extranjero, la Generalitat prevé la creación de la Agencia de las Migraciones de Catalunya, que se encargará de gestionar y coordinar el sistema de servicios de acogida e integración con los distintos actores implicados desde el lugar de origen de los inmigrantes.
Capdevila ha afirmado que el objetivo de esta futura ley, "pionera en el sur de Europa", es "promover la igualdad de oportunidades y la cohesión social", y ha remarcado que el servicio debe verse como un "esfuerzo recíproco" entre los inmigrantes y la sociedad.
De hecho, a Generalitat quiere que este proceso de acogida ayude a los inmigrantes a regularizarse por la vía del arraigo, la más utilizada por los extranjeros que desean regularizar su situación en el país y para la que es preciso, además de acreditar tener de un contrato de trabajo y haber vivido en España en los últimos tres años, que los ayuntamientos expidan un certificado de inserción social.
En este sentido, el secretario para la Inmigración, Oriol Amorós, ha comentado que este certificado de inserción social lo expiden los ayuntamientos, aunque no existen criterios claros sobre cuándo se considera que un extranjero está insertado socialmente.
El hecho de haber completado con éxito este servicio de primera acogida, pues, podría ser una garantía de que la persona dispone de los conocimientos básicos de catalán y de la sociedad catalana, tal y como piden los municipios para facilitar el certificado de inserción.
Capdevila ha indicado que el servicio de primera acogida no será obligatorio, aunque buscará "seducir" a los inmigrantes que vivan en Catalunya como un instrumento útil para favorecer su integración social y laboral.
La consellera ha explicado que este servicio está dirigido a todos los inmigrantes que estén empadronados, independientemente de su situación legal en el país, y que, aunque está pensado para los recién llegados, en un primer momento se podrán acoger a este proceso los inmigrantes que lleven años viviendo en Catalunya pero que deseen recibir información básica sobre su lengua y su situación.
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