Los sindicatos UGT y CC.OO. lamentaron el viernes que la planta de la empresa de productos químicos de Briseis S.A. en Benahadux (Almería), incendiada el pasado 5 de septiembre, carecía de un plan de evacuación para casos de emergencia, ya que los trabajadores "tuvieron que saltar para poder salvarse" y "nunca habían practicado un simulacro".
En declaraciones a los periodistas tras la concentración silenciosa por la muerte el pasado miércoles de una de las trabajadoras heridas, los delegados de Salud Laboral de UGT y CC.OO., Juan José Martínez y Jerónima Hervás, coincidieron en que la investigación de ambas organizaciones sobre el desarrollo del siniestro apunta que el plan de prevención de riesgos laborales existía "sólo como un mero documento".
En este sentido matizaron que los trabajadores no recibían ninguna formación sobre los productos químicos que manipulaban y relataron que, según el testimonio de los propios empleados, "lo único que sabían era a qué botón le tenían que dar". Además reiteraron que, el día del accidente, el personal empezó a recoger el alcohol derramado en la planta "con escobas y cubos" hasta que se produjo la deflagración "cuando el líquido llegaba ya a los tobillos".
En cuanto a la repatriación a Ecuador del cuerpo de la última trabajadora fallecida, J.M.M.O., de 50 años de edad y que estaba ingresada en el Carlos Haya de Málaga, los representantes sindicales señalaron que, al parecer, Briseis tiene intención de contribuir a los gastos, aunque recordaron que la víctima estaba subcontratada a través de una empresa de trabajo temporal.
UGT y CC.OO. anunciaron que se personarán como acusación popular en el caso en cuanto termine el desarrollo del protocolo suscrito a nivel regional con la Fiscalía para investigar de oficio todos los casos de accidentes mortales y graves en el trabajo y buscar responsabilidades penales.
Asimismo instaron a la Junta de Andalucía a "ayudar" a través del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) no sólo a los trabajadores fijos, sino también a los subcontratados, un 70 por ciento de la plantilla, y pidieron "más concienciación" a la sociedad para acabar con las muertes en el trabajo que, en la provincia de Almería, se han cobrado 24 víctimas en 2007.
La deflagración producida en la planta de Briseis dejó cuatro heridos graves de los que dos, J.M.M.O. y otra mujer de 49 años, fallecieron a consecuencia de las heridas sufridas.
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