La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (OSHA) denunció ayer, con motivo de la Semana Europea contra el Cáncer que concluye el próximo domingo, que el contacto con sustancias peligrosas en el entorno laboral provoca más de 95.000 muertes anuales en la Unión Europea.
En un comunicado, la OSHA asegura que la posibilidad de contraer esta enfermedad es "un riesgo laboral emergente" y lamentó que, al no producirse a corto plazo, "se infravalore" frente a otros casos más inmediatos, como la mortalidad generada por los accidentes de trabajo.
Por sectores, los empleados de la industria química -cerca de 1,7 millones- son los que más se exponen a estos riesgos al trabajar con sustancias no registradas. Por este motivo, resulta de vital importancia la entrada en vigor (el pasado 1 de junio) del Reglamento REACH (control, evaluación y autorización de sustancias químicas).
Este Reglamento, que unifica más de 40 normativas sobre sustancias químicas, establece un nuevo sistema de gestión y control de los riesgos para la salud y el Medio Ambiente ocasionados por las cerca de 30.000 sustancias químicas de las más de 103.000 que se comercializan en Europa. El tiempo estimado para la aplicación completa de la norma es de 11 años, con unos costes previstos entre 2.800 y 5.200 millones de euros para todo este periodo.
Por otro lado, la Agencia también anunció que está trabajando en un estudio sobre la exposición a productos carcinógenos en el trabajo, que se publicará en el año 2008.
La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo (http://osha.europa.eu) tiene su sede en Bilbao y trabaja para mejorar el nivel de seguridad y salud en los puestos de trabajo de la Unión Europea, por lo que colabora con otras instituciones europeas, agentes sociales y Estados miembros en una futura estrategia comunitaria para alcanzar este objetivo.
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