"Mientras el dolor agudo tiene unas características defensivas y al tratar la enfermedad se cura el dolor como síntoma, el dolor crónico (de entre más de tres o seis meses de duración) presenta características invalidantes e incapacitantes, ya que afecta negativamente sobre todos los aspectos de la vida (social, laboral, familiar, etc.) del paciente que lo padece, disminuyendo considerablemente su calidad de vida, con lo que, consecuentemente, interfiere sobre su estado de ánimo, pudiendo provocar, incluso, cuadros de depresión y ansiedad", apunta la doctora Juana Sánchez Jiménez, vicesecretaria de la Sociedad Española de Medicina General (SEMG).
De hecho, como indica la SEMG citando cifras del estudio "Dolor en Europa", uno de cada cinco pacientes con dolor crónico ha perdido su empleo a causa de su afección. Los porcentajes más altos de pérdidas de trabajo los encontramos en Dinamarca y Holanda, donde llegan a alcanzar el 29%.
En Europa se pierden al año 500 millones de días de trabajo debido al dolor crónico, lo que supone una pérdida económica de cerca de 34.000 millones de euros. Según esta misma investigación, el 20% de la población europea con dolor crónico aseguró haber sufrido episodios de depresión. En este aspecto, España obtiene las cifras más elevadas, con un 29%, seguida de Noruega, con un 28%. Es más, una de cada seis personas admitió que incluso habían llegado a desear su propia muerte en momentos de intenso dolor.
Sin embargo, en el Día Mundial del Dolor, la doctora Sánchez Jiménez considera importante recordar que "sería deseable un cambio en el tratamiento del dolor crónico, que derivase hacia un enfoque multidisciplinar, que incluya medidas farmacológicas, rehabilitadotes, sociales y psicológicas, con el objetivo de mejorar y preservar la calidad de vida del paciente tanto en sus aspectos laborales y sociales, como familiares y psicológicos". Esta visión a la hora de combatir el dolor crónico fomenta "una modificación de la conducta y el comportamiento del paciente frente al dolor, que le permitirá aliviarlo al máximo y que éste interfiera lo menos posible en la actividad diaria del enfermo".
La doctora Juana Sánchez Jiménez se refiere a múltiples mecanismos: realización de ejercicios físicos adaptados en función de la dolencia, terapias psicológicas, actividades conductuales, métodos de relajación, etc., "todas ellas actividades que van más allá del tratamiento farmacológico y analgésico habitual, pero gracias a las cuales el paciente puede llegar a llevar una vida completamente normal a pesar de tener que tomar su medicación".
El dolor menstrual afecta a entre el 40 y el 90% de las mujeres en todo el mundo
El dolor crónico, que según la SEMG debe ser considerado como un síndrome o enfermedad en sí misma, tiene una elevada prevalencia en España: "el 11% de la población lo sufre", afirma la doctora Sánchez Jiménez aludiendo al estudio "Dolor en Europa", "aunque en Europa esta cifra asciende hasta el 19%". Italia es el país europeo con una mayor prevalencia del dolor crónico, 25% de la población. Asimismo, la SEMG manifiesta que se trata de un problema especialmente importante en la Atención Primaria española, donde el 22% de los pacientes que acuden a las consultas de su médico de cabecera presenta dolor crónico de distinta intensidad.
En el caso de la mujer, a quien este año va dirigido el lema del Día Mundial del Dolor: "Mujer Verdadera. Dolor Verdadero", escogido por la Asociación Internacional para el Estudio contra el Dolor, destaca la dismenorrea –periodos menstruales dolorosos-, el dolor pélvico crónico y la vulvodinia –dolor crónico en el área vulvar en ausencia de un proceso infeccioso, dermatológico, metabólico, autoinmunitario o neoplásico, "así como todo lo relacionado con el embarazo y el parto", agrega la doctora Sánchez Jiménez, y continúa diciendo que "debemos tener en cuenta que todos estos trastornos se hacen más evidentes en los países en vías de desarrollo, donde el acceso al tratamiento del dolor en los sistemas públicos de salud, por motivos económicos, sociales y culturales, es mucho más precario, especialmente para las mujeres". De ahí que este año el Día Mundial del Dolor se haya dedicado a la mujer.
En Europa, el 56% de las mujeres encuestadas en el estudio mencionado afirmaron tener dolor crónico, frente al 44% de los hombres.
La dismenorrea afecta a entre el 40 y el 90% de las mujeres a nivel mundial, ha querido recordar la SEMG. La dismenorrea primaria –dolor menstrual sin patología pélvica- es más habitual entre los 15 y los 19 años. De hecho, según estudios internacionales, entre el 5 y el 14% de la población femenina falta regularmente a la escuela como consecuencia de este tipo de dolor y entre el 13 y el 51% de las mujeres han faltado al colegio o al trabajo al menos una vez durante su vida como consecuencia de la dismenorrea. Los síntomas asociados a este dolor incluyen en ocasiones náuseas, vómitos y diarrea.
Por su parte, el dolor pélvico crónico tiene una alta incidencia y prevalencia en todo el planeta y su etiología es muy diversa. Según algunas investigaciones, las mujeres que se quejan de síntomas de dolor pélvico crónico alcanzan entre el 15 y el 20% del total de consultas en la clínica ginecológica y hasta el 10% de todas las consultas femeninas en general.
Asimismo, el dolor vulvar idiopático ha sido reconocido como una entidad única bajo el término de vulvodinia, un trastorno que afecta a mujeres de todas las edades, pero especialmente entre los 18 y los 25 años. Se calcula que esta patología tiene una prevalencia del 18% a nivel internacional.
La fibromialgia afecta al 4,2% de las españolas y al 0,2% de los españoles
La vicesecretaria de la SEMG subraya, además, que hay enfermedades que comportan dolor crónico que son más prevalentes en mujeres que en hombres, como es el caso de la fibromialgia y de las cefaleas. La primera es una enfermedad controvertida desde el punto de vista clínico y todavía por definir en algunos aspectos; no obstante, tiene una alta prevalencia: entre un 2 y un 3% de la población mundial, siendo más habitual en mujeres (80-90%) de 20 a 55 años de edad. Según la SEMG, la prevalencia de la fibromialgia en España es del 2,73% y afecta "en un 4,2% al sexo femenino y en un 0,2% al masculino".
Respecto a los dolores de cabeza, la SEMG informa de que el 95% de la población española tiene algún episodio de cefalea a lo largo de su vida, a pesar de que sólo un 32% de las personas que los padecen acuden al médico y el 68% ni siquiera está diagnosticado. Así, el 3% de estas cefaleas acaban por cronificarse debido al mal uso de la automedicación y a un abuso en la ingesta de analgésicos, advierte esta sociedad científica. De entre todos los dolores de cabeza, la migraña es de los más incapacitantes, con una prevalencia del 16% en España. El 25% de los afectados tiene crisis agudas cuatro veces al mes, lo que repercute considerablemente en su calidad de vida, según médicos generales.
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