Cada minuto una mujer muere durante el embarazo o el parto. En 2006, alrededor de 60 por ciento de las mujeres en edad de procrear formaban parte de la fuerza laboral en el mundo. Un nuevo informe de la OIT que será presentado el 18 de octubre durante una conferencia internacional en Londres analiza los progresos y prioridades que se registran en el mundo del trabajo con el objetivo de garantizar los derechos de la mujer a una maternidad segura.
Salissa trabaja como horticultora en Loumbila, una pequeña aldea en las afueras de Ouagadougou, la capital de Burkina Faso.
Hace poco tuvo su segundo hijo. Sólo diez días después del parto, regresó al trabajo, con jornadas de diez horas en la horticultura para poder alimentar a su familia.
“En muchos países en desarrollo, el permiso de maternidad es un lujo que disfruta sólo una pequeña minoría de mujeres empleadas y con cobertura de seguro social. En los países pobres las condiciones económicas imponen a muchas mujeres trabajar hasta la fecha del parto, poniendo en peligro su salud y la de su hijo”, explicó Naomi Cassirer, autora del nuevo informe de la OIT sobre Maternidad segura y el mundo del trabajo.
Pero también hay señales esperanzadoras. En la misma Burkina Faso, se lleva a cabo una campaña para sindicalizar a los trabajadores de la economía informal con el objetivo de apoyar a las futuras madres. La idea es ayudarlas a beneficiarse del nuevo permiso remunerado de maternidad creado por el Fondo de Prevención Social de los Trabajadores de la Economía Informal (MUPRESSI), con el apoyo de la OIT y DANIDA la agencia danesa de desarrollo, para extender la cobertura social de asistencia médica y enfermedades profesionales.
En Jordania, la OIT trabajó conjuntamente con el gobierno y las organizaciones de empleadores y trabajadores para ofrecer orientación sobre la factibilidad de un sistema de protección a la maternidad justo y asequible. En Camboya, donde la desnutrición, la discriminación de las mujeres embarazadas en el empleo, y la inexistencia de condiciones para amamantar en el lugar de trabajo debilitan la salud de las madres y de sus hijos, los propietarios de las industrias del vestido trabajan con la OIT y sus socios para mejorar la protección de la maternidad y emprender campañas educativas para promover embarazos más saludables.
El mundo del trabajo: punto de partida de una maternidad segura
Según el informe, el mundo del trabajo es un buen punto de partida para incrementar las medidas que tienen como objetivo mejorar la salud y la protección durante la maternidad, a pesar de la situación desalentadora que muchas mujeres enfrentan en el mundo al quedar fuera del sistema de protección legal y social y estar expuestas al riesgo de discriminación y despido a causa de embarazo o maternidad.
La discriminación y las consecuencias de potenciales peligros que enfrentan las trabajadoras durante el embarazo y después del nacimiento del hijo pueden ser atenuadas con medidas sociales y legales.
El informe destaca la necesidad de mejorar las condiciones de los trabajadores pobres: agentes químicos, pesticidas, y trabajo pesado constituyen el principal peligro para la salud de las mujeres embarazadas y en lactancia.
“Es necesario aumentar la conciencia sobre los riesgos y necesidades de las mujeres embarazadas en el trabajo. Las campañas educativas en el mundo del trabajo pueden dar buenos resultados”, dijo Cassirer.
El informe hace también un llamado a la extensión de la protección social para todos, para hacer frente a las barreras económicas que obstaculizan la atención médica y que impiden en la actualidad a muchas mujeres a buscar la atención obstétrica que necesitan. Y destaca la necesidad de abordar la crisis global que enfrenta la fuerza laboral del sector de la salud.
“En muchos países en desarrollo, la calidad de la atención médica es insuficiente mientras que la salud de los trabajadores peligra debido a déficit de personal, reducción de gastos, aumento de la migración, y en algunos países, por el VIH/SIDA. Invertir en trabajo decente para la salud de los trabajadores es también una inversión en la salud de la maternidad”, dijo el experto de la OIT.
Las normas internacionales del trabajo de la OIT ofrecen orientación para la legislación nacional y su puesta en práctica. El Convenio de la OIT sobre la protección de la maternidad, 2000 (No. 183) establece los requisitos básicos de la protección de la maternidad en el trabajo, e incluye el permiso de maternidad antes y después del parto, beneficios económicos y médicos, protección de la salud en el trabajo, derecho a pausas para amamantar, y protección del empleo y no discriminación.
Mientras que 62 países ratificaron al menos uno de los tres Convenios sobre protección a la maternidad, 166 de los 181 países miembros de la OIT analizados tienen disposiciones legislativas para la protección de la maternidad, dice el estudio. Cerca de la mitad contemplan permiso de maternidad de al menos 14 semanas, mientras que sólo 35 por ciento reúne los criterios del Convenio No. 183 que garantiza al menos dos tercios de los ingresos durante el permiso de maternidad. Es necesario hacer mucho más para establecer un vínculo entre los principios del Convenio y los hechos.
El informe destaca además otras áreas de actividad de la OIT, como la lucha contra el VIH/SIDA en el lugar de trabajo, que puede contribuir a ampliar los esfuerzos para una maternidad segura, incluyendo la meta del Objetivo de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas de reducir la mortalidad derivada de la maternidad de 75 por ciento para 2015.
“Garantizar que el trabajo no atenta contra la salud de la maternidad y la maternidad no pone en peligro la salud económica de las mujeres, extender la protección social a todos los que no la tienen, y encontrar respuestas eficaces a nivel nacional e internacional a la crisis de la fuerza laboral en el sector de la salud, son inversiones fundamentales en la vida y la salud de las mujeres y sus hijos”, concluyó Assane Diop, Director Ejecutivo del Sector de Protección Social.
Safe Maternity and the World of Work (Maternidad segura y el mundo del trabajo), Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra, 2007. Será presentado en Londres durante la Conferencia Las Mujeres Dan Vida, 18-20 de octubre, que reunirá líderes mundiales y delegados de 75 países con el objetivo de individuar estrategias para promover el Objetivo de Desarrollo del Milenio de reducir las muertes de las madres y los recién nacidos derivadas de la maternidad. Para más información contacte: Naomi Cassirer, Funcionario Técnico Principal, Programa sobre las condiciones de trabajo y empleo, OIT, Tel: 4122/799-6717, Cassirer@ilo.org.
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