En inglés, francés, árabe, polaco y rumano. Más de 20.000 inmigrantes han sido instruidos, en su propio idioma, en prevención de riesgos laborales gracias al programa Prevebús para el Inmigrante puesto en marcha por la Consejería de Empleo y que, tras diez meses en marcha, ahora culmina. Esta iniciativa se traduce en 280 jornadas formativas desarrolladas principalmente en el sector de la agricultura y, en menor medida, en el de la construcción, para intentar minimizar su alta tasa de siniestralidad, que se concretó hasta septiembre en 7.885 y 37.597 bajas.
Los cursos se han focalizado en las comarcas agrícolas más importantes y durante las campañas de recolección no sólo porque es el momento culmen de concurrencia de mano de obra inmigrante -en Jaén los prevebús permanecieron los dos meses de la recogida de la aceituna-, sino porque es el sector primario uno de los que más accidentes registra, aunque éstos sean de menor impacto social ya que casi nunca tienen resultado de muerte, como sí sucede en la construcción. No obstante, en lo que va de año, ya son ocho los fallecidos.
Para la sensibilización de los trabajadores la Consejería cuenta con un equipo de formadores nativos que, además del idioma, conocen sus costumbres, lo que facilita la asimilación de conocimientos. Además de las charlas a las que asisten por espacio de dos horas, se les imparten otros cursos de cinco horas de duración en la sala interactiva del autobús, que está equipada con 16 ordenadores. El programa de este último ciclo comprende desde aspectos básicos de seguridad y salud a legislación, riesgos generales y específicos, emergencias y primeros auxilios. La acción formativa se completa con la entrega de material didáctico, como un manual básico y una guía de buenas prácticas.
Los asistentes a los cursos, que no sólo son inmigrantes en activo sino también en situación de desempleo, reciben al finalizar el cursillo un documento o certificado que acredita su formación y que está firmado por la Dirección General de Seguridad y Salud Laboral. Algo fundamental, sobre todo, en el sector de la construcción donde está previsto que se ponga en marcha en breve una tarjeta profesional que constate que los aspirantes a ser contratados han superado unos cursos mínimos de prevención de riesgos y salud laboral de diez horas lectivas.
Al hilo de esta iniciativa, los dos prevebús de la Consejería además de impartir cursos a inmigrantes, también lo hace para el resto de trabajadores de este sector, durante su jornada laboral, y con personal docente especializado en la materia y en el que se exponen ejemplos específicos de los peligros que entraña cada oficio. En este caso, las acciones educativas son menores en su volumen, en torno a 160 jornadas, y en este ciclo que finaliza se instruyeron a un total de 7.500 obreros.
La formación no sólo se ha dado a pie de tajo en el campo o entre andamios. En muestras artesanales, como la Feria de las Naciones, celebrada estos días en Sevilla, también hicieron parada los autobuses preventivos que, por otro lado, también recalaron en un centenar de centros educativos. Desde la perspectiva de que quienes hoy están en la escuela serán futuros trabajadores, la Consejería de Empleo tiene un programa adaptado para jóvenes, y han sido 12.000 los estudiantes de Secundaria los que han pasado por este aula itinerante.
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