El Departament de Treball presentó ayer una iniciativa para reducir los accidentes laborales en la provincia de Lleida. La consellera de Treball, Mar Serna, justificó la decisión porque los datos de la propia Conselleria sitúan a Lleida a la cabeza de Catalunya en el índice de incidencia. Este valor indica el número de accidentes por cada 100.000 trabajadores afiliados al régimen general de la Seguridad Social. En el caso de Ponent, el índice, teniendo en cuenta los accidentes mortales que se han producido en Lleida entre octubre de 2006 y el pasado mes de setiembre, es del 8,47. Mientras en Catalunya, el mismo valor se queda en el 3,68.
Asimismo, las diferencias son abismales en la categoría de los accidentes graves. Si en Ponent, la cifra alcanza los 83,42, la media catalana se reduce hasta el 45,69. Tan sólo en los accidentes de carácter leve, la comparación entre los índices resulta favorable a la provincia de Lleida, que alcanza los 5.544, frente a los 5.586 de Catalunya.
Con estos datos, la consellera de Treball, Mar Serna, apeló a la necesidad de reducir la siniestralidad laboral en Lleida, donde “ a diferencia de Catalunya, los accidentes laborales se incrementan”. En lo que llevamos de año,y según los datos aportados por Serna ayer, en Ponent 12 personas han perdido la vida como consecuencia de un siniestro laboral. Siete de estos se han producido in itinere, es decir en el trayecto hacia el puesto de trabajo y han sido consecuencia de un accidente de tráfico. Esta cifra representa un aumento de cinco personas respecto a los fallecidos entre enero y setiembre del pasado año.
La actuación de la Conselleria de Treball se centrará en estrechar el cerco a las 153 empresas leridanas que “en el último año hayan padecido un accidente mortal, uno grave o cinco leves, ya que estas últimas corren el riesgo de tener uno más serio”, precisó Serna, quien añadió que la prioridad del Govern es reducir los accidentes y luchar contra la siniestralidad porque “no nos podemos permitir las pérdidas de vidas a causa de la seguridad”. Para llevar a cabo esta tarea, el Departament habilitará a 18 técnicos para que realicen las visitas e inspecciones a las firmas con un mayor índice de incidencia. Estas firmas, según apuntó Serna, se concentran en el sector de la construcción y en los subsectores industriales de la madera, el papel, el metal, los muebles y los talleres de reparación. El plan para reducir la siniestralidad entrará en vigor la semana que viene y finalizará en el primer trimestre del año 2008. Tras este periodo, la consellera de Treball confía en que se rebaje la siniestralidad, igual que sucedió con una iniciativa similar, dirigida a las comarcas de Ponent, que la propia Serna impulsó cuando era directora general de Relacions Laborals.
Por otro lado, el balance de las actuaciones llevadas el pasado año por el Departament de Treball arrojan un total de 1.140 requerimientos en la provincia de Lleida, lo que ha supuesto un total de 270 actas de infracción con un importe económico de 884.095 euros en multas. Así, las paralizaciones han sido 27.
La figura del delegado de prevención
Mar Serna explicó que las empresas que concentran la mayor siniestralidad suelen ser de un tamaño medio. De todas formas, la consellera achacó a la tipología del propio “tejido empresarial leridano y a su relajación” las altas cifras de siniestralidad en Lleida. Asimismo, Serna hizo un llamamiento a las mutuas, a los empresarios y a los trabajadores para luchar contra la lacra de los accidentes laborales y reducir la siniestralidad.
Respecto a la figura del delegado de prevención de riesgos laborales, reivindicada por los sindicatos, la responsable del Departament de Treball desvinculó su existencia, que aún no es obligatoria en todas las empresas, del incremento de las muertes en el ámbito del trabajo.
Mar Serna concluyó su visita a Lleida visitando las instalaciones de la fábrica San Miguel en el polígono el Segre y posteriormente se entrevistó con el presidente de la Cambra de Comerç i Indústria, Joan Simó.
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