Los más perjudicados por el estrés son los asalariados. Casi ocho millones de personas, el 38 por ciento de la población activa, padece algún trastorno psíquico por el efecto de esta tensión continua en el puesto de trabajo. El 'burnout' ó síndrome del quemado, esa sensación de que la oficina es como un territorio donde todos los días se libra una batalla, el 'mobbing' o la depresión se extienden en las empresas, que son las que lo provocan en muchas ocasiones.
Por eso, cada vez más, los departamentos de Recursos Humanos de muchas compañías, potencian actividades, más ó menos extravagantes, para terminar con el estrés. Desde el 'destructing', como terminar a martillazos con un coche o un local, hasta la meditación en centros de inspiración oriental.
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