Un empresario avilesino se enfrenta hoy a una pena de un año de cárcel, multa y arresto de doce fines de semana acusado de acometer unas obras sin las medidas de seguridad oportunas, lo que motivó un accidente laboral con dos operarios heridos en agosto de 2003.
La comunidad de propietarios del edificio ubicado en el número 3 la travesía Hernando Soto (Villalegre) contrató entonces con el ahora acusado la rehabilitación y pintura de la fachada del inmueble. El empresario, según la versión de la fiscalía, estableció un método de trabajo por el que sus empleados debían salir al tejado por un habitáculo bajo cubierta. A continuación, «y sin ningún medio de protección, tenían que desplazarse por el tejado -a más de treinta metros de altura- hasta su vértice, donde se amarraban a cuatro argollas para anclar un arnés anticaída y desarrollar su tarea», recoge literalmente el escrito de acusación pública.
El 8 de agosto de 2003, dos de los amarres de las argollas se soltaron y provocaron el descenso brusco de dos trabajadores, que se balancearon y golpearon contra la pared del edificio, según las mismas fuentes. Ambos resultaron heridos y uno de ellos aún tiene secuelas, según la acusación pública, que añade que el acusado había contratado con una aseguradora la cobertura de la responsabilidad civil en que pudiera incurrir. El fiscal considera que el empresario cometió un delito contra los derechos de los trabajadores y otro de lesiones por imprudencia grave, y solicita un año de cárcel, multa de unos 3.000 euros, arresto de doce fines de semana e indemnización a los trabajadores de 14.740 euros. La vista se celebrará este mediodía en la Sala de lo Penal.
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