CCOO exige la elaboración de un Plan de Prevención de Agresiones al personal sanitario ante el significativo aumento de los casos de agresiones que sufren por parte de algunos usuarios de la sanidad pública, según señalaron hoy fuentes de este sindicato. La Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO, al amparo de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, presentó una propuesta en la Mesa Sectorial de Sanidad para que, por parte de la Comisión Sectorial de Prevención de Riesgos Laborales, se elabore un Plan de Prevención de Agresiones a los profesionales de la sanidad, tal y como se ha elaborado ya en otras comunidades como Andalucía, Madrid o País Vasco.
Con esta iniciativa, se pretende paliar el "desamparo" que los profesionales sienten ante las agresiones, ante las que la Administración "no puede permanecer impasible", reclamó.
Al respecto, apuntó que las consecuencias de esta situación son "cada vez más notorias", tanto a nivel personal, estrés, daños psíquicos, físicos, como a nivel de eficacia del sistema por la desmotivación profesional, aumento de la medicina defensiva o complacencia ante demandas inapropiadas que genera.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los profesionales de la sanidad son los que más agresiones sufren en Europa: más del 50 por ciento ha sufrido algún tipo de agresión y, al menos, el 4 por ciento ha sido agredido físicamente. Aunque se desconocen datos concretos de la Comunitat Valenciana, diversas encuestas que se han realizado corroboran los datos citados para el ámbito español. Esta situación afecta, sobre todo, al personal que atiende los servicios de Urgencias y los Centros de Salud de Atención Primaria.
MEDIDAS DEL PLAN
El Plan que se propone desde este sindicato ha de ser una medida integral que incida en las causas y en las consecuencias, y debe contener, entre otras, mejoras en el acceso al sistema sanitario que resuelvan las carencias actuales, causantes de masificación, listas de espera y por tanto de agresividad en determinados usuarios.
Asismismo, reclama la adecuación de las infraestructuras para crear ámbitos seguros de trabajo con medios de seguridad activos y pasivos como vigilantes, alarmas o consultas con doble acceso; el adiestramiento de los profesionales en el manejo de situaciones conflictivas, protocolo de actuación ante una agresión, campañas de concienciación dirigidas a la población, registro informático de agresiones que permita obtener datos fiables para elaborar un mapa de riesgos, programas de conciliación laboral que permita cambiar de puesto o centro de trabajo al personal afectado y solicitar a la Fiscalía la tipificación de las agresiones como delito y no como falta.
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