El coste de la atención médica de los trabajadores volvió a aumentar en el 2007 en Estados Unidos, a casi 8.000 dólares al año por empleado, lo que genera que más empresas descarten el beneficio, reveló un sondeo anual publicado ayer.
Los costos ascendieron un 6,1 por ciento, casi al mismo ritmo que en el 2006, aunque por debajo de las tasas de dos dígitos de años anteriores.
Con todo, esta cifra es más del doble de la tasa de inflación y los costes empresariales serían aún mayores si no compartieran parte del gasto con los trabajadores y sus familias, reveló el informe del Sondeo Nacional de Cobertura de Salud Laboral.
La encuesta realizada por la firma Mercer incluyó a casi 3.000 empresas privados y públicos con 10 o más trabajadores.
En línea con la tendencia de los últimos años, las empresas con menos de 200 empleados fueron más propensas que las grandes compañías a recortar el beneficio de asistencia médica.
El estudio halló que la incorporación a los llamados "planes de salud para consumidores directos" aumentó del 3 al 5 por ciento entre todos los trabajadores.
El sondeo indicó que sólo el 62 por ciento de las grandes empresas brindan cobertura de salud a los trabajadores de media jornada, los cuales representan una creciente porción de la fuerza laboral.
Algunas empresas están ofreciendo actualmente "mini-planes de cobertura médica", que brindan una asistencia limitada a quienes trabajan media jornada.
"Los argumentos a favor y en contra de los mini-planes de cobertura médica tienden a caer en '¿Miramos el vaso medio lleno o medio vacío?'", señaló en el informe Blaine Bos, socio de Mercer.
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