Se ha hablado y escrito mucho sobre la violencia entre escolares y, aunque algo menos, sobre la dirigida por éstos hacia los profesores. En cualquier caso, los estudios e investigaciones sobre acoso o maltrato en la enseñanza, suelen estar dirigidos, en su mayoría, al ámbito escolar y no al universitario.
Sin embargo, un estudio reciente elaborado por el departamento de Psicología de la Salud de la Universidad de Alicante (UA), llama la atención sobre este aspecto, ya que concluye que casi uno de cada cuatro profesores de la UA se ha sentido recientemente víctima de mobbing.
Es decir, afirma que ha estado sometido un 'continuo y deliberado maltrato verbal y modal por parte de otro u otros, quienes se comportan cruelmente con él, con vistas a lograr su aniquilación psicológica y conseguir su salida de la organización laboral', según define el término inglés el conocido especialista Iñaki Piñuel en otra investigación.
Participaron en el estudio, a través de una encuesta, 252 profesores de la UA, entre los que se encontraban, en una muestra representativa, catedráticos, titulares, ayudantes y asociados. De todos ellos, el 22,6 por ciento aseguró haberse sentido acosado laboralmente durante el último año, según los datos a los que ha tenido acceso este diario.
Aunque el objeto del estudio era más amplio, 'evaluar la calidad de vida de estos profesores', explica el profesor Jesús Herranz-Bellido, uno de los directores del estudio, lo cierto es que los datos obtenidos de la parte referente a las relaciones laborales fueron de tal relevancia que han sido publicados de forma autónoma en un artículo independiente.
Entre compañeros
'Es chocante que en la Universidad, que se supone un contexto de excelencia y de relaciones personales excelsas, se den también estas relaciones patológicas', apunta Herranz-Bellido.
El estudio establece, además, que los principales predictores de la sensación de maltrato o acoso entre los profesores de la UA son, para el 37 por ciento de los docentes universitarios, la (falta de) autonomía en el trabajo y la (falta de) satisfacción experimentada en las relaciones con los supervisores.
'No podemos decir que estas variables sean las causantes de que se sientan acosados, porque se trata de un estudio trasversal', refiere Herranz-Bellido. 'Sin embargo, sí es cierto que están relacionados, es decir, que buena parte (el 37 por ciento) de los profesores que manifiestan sentirse acosados también expresan algún fallo en alguna de estas variables señaladas'.
Aparecen también como predictores del mobbing el grado de seguridad física, el apoyo de los superiores y el grado de participación laboral. 'La insatisfacción viene generado por la relación entre compañeros y con los superiores, no con los alumnos como se suele pensar', explica Herranz.
De hecho, otra de las conclusiones del estudio es que una de las mayores fuentes de satisfacción laboral para los profesores es la relación con los estudiantes, algo que valoran por encima de la investigación que realizan, su relación con otros profesores y la promoción académica. 'Se sienten a gusto con la interacción que establecen con ellos', apunta el profesor Herranz. La docencia que imparten es otra de las fuentes de satisfacción que más valoran.
'Estas variables no son determinante del mobbing, sino del grado de satisfacción laboral', que es otro de los puntos analizados en el estudio, aclara Herranz.
El índice de mobbing detectado por el estudio en la UA es superior a las conclusiones de otros estudios nacionales sobre el mismo tema y también superior a estudios realizados en otros países. 'El índice es sólo inferior a algunos estudios sobre el mobbing en profesionales sanitarias, que extraen resultados del 38 por ciento', exponen en las conclusiones.
Es semejante a otros informes sobre mobbing en profesiones semejantes, como trabajadores de la administración pública o investigadores. Se trata de uno de los primeros trabajos realizados en España sobre la presencia de acoso en profesores universitarios.
A pesar de que la incidencia obtenida en la Universidad de Alicante es bastante elevada, los autores concluyen también que 'el mobbing no parece, según nuestros resultados, tener repercusiones significativas sobre el estado de salud percibido por los profesores, sobre su valoración de la calidad de vida general, o sobre su satisfacción vital'.
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