El consejero de Empleo de la Junta de Andalucía, Antonio Fernández, puso en marcha en Jaén el Laboratorio-Observatorio Andaluz de Riesgos Psicosociales, el primero de la red de estos centros que Empleo impulsará, a través del Instituto Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales, en todas las provincias para investigar sobre los nuevos riesgos y métodos de prevención derivados de los cambios del mercado laboral.
Este laboratorio, con sede en el Centro de Prevención de Riesgos Laborales de Jaén y con una dotación presupuestaria de 150.000 euros para los próximos dos años, será desarrollado en colaboración con la Universidad de Jaén y tendrá como objetivo conocer de manera científica los riesgos psicosociales y promover las adecuadas técnicas preventivas ante ellos, según informó la Junta.
Los riesgos psicosociales, que acaparan más de un tercio de los accidentes y enfermedades relacionados con el trabajo, abarcan casos tan variados como el estrés laboral, el síndrome del quemado, la fatiga profesional, la violencia en el trabajo o el acoso laboral, entre otros.
Para analizar estas situaciones, el laboratorio contará con un equipo de expertos universitarios del ámbito psicológico, organizativo, médico y jurídico, que elaborará informes o estudios al respecto (para medir la evolución de estos daños) y creará una base de datos (sobre los riesgos que emerjan en los lugares de trabajo) y un boletín informativo, que se difundirá a través de una página web.
Asimismo, el laboratorio elaborará un Plan Director Bianual para programar posibles acciones preventivas (una especie de guía técnica de prevención), así como una Memoria Anual de Actividades.
Este centro es el primero de la red de laboratorios-observatorios que Empleo pondrá en marcha en todas las provincias andaluzas. Así, el próximo estará ubicado en Huelva y se dedicará al estudio de las enfermedades profesionales, mientras que en Granada se instalará otro sobre I+D+i para la prevención de riesgos laborales.
El resto, cuya ubicación aún no se ha decidido, prevé dedicarse a otras temáticas novedosas como la evaluación de las condiciones de trabajo de la mujer, los aspectos económicos de la seguridad o el análisis de las causas de la siniestralidad, entre otros.
Estos laboratorios responderán así a la necesidad de investigación ante la aparición de problemáticas específicas y riesgos emergentes, derivados de los cambios que ha experimentado el mercado de trabajo, con fenómenos como la feminización y el envejecimiento de los trabajadores; el aumento de los contratos temporales o la aparición del estrés, la depresión o el acoso en el trabajo.
Esta anticipación a los riesgos emergentes, tanto a los que proceden de las innovaciones técnicas como a los derivados de la evolución social, viene recogida en el Plan General de Prevención de Riesgos Laborales, así como en el VI Acuerdo de Concertación Social.
Esta red de centros se convertirá en un servicio permanente de información para empresas, universidades y profesionales, además de un espacio público para la investigación y la difusión de conocimientos. Además, será un foro permanente de debate para el establecimiento de una adecuada política de actuación.
Por otra parte, el consejero quiso destacar que el convenio para la creación del Laboratorio-Observatorio Andaluz de Riesgos Psicosociales se incluye en un marco de colaboración con la Universidad de Jaén, mediante el cual Empleo también quiere promover un acuerdo para la realización conjunta de acciones encaminadas a la mejora de la situación socio-profesional de los trabajadores y, de forma muy especial, de los colectivos con más dificultades para acceder al mercado laboral. Dicho acuerdo contemplaría la promoción de cursos de especialización de expertos sobre la implantación de planes de igualdad de género en las pequeñas y medianas empresas.
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