Esta tarjeta, junto con la Ley Reguladora de la Subcontratación en el sector de la construcción y el nuevo Convenio General, suponen “avances y beneficios en el propio sector y muy especialmente en sus trabajadores, ya que además de contribuir a limitar la siniestralidad laboral, fomentarán la contratación estable al exigir a las empresas que operan en la construcción a contar con un mínimo de empleo fijo”, señala Unión General de Trabajadores.
Además, permite combatir “la contratación fraudulenta que escondía la subcontratación en cadena, crea un registro de empresas que pueden actuar en el sector, y obliga a que haya un Libro de Subcontratación en cada obra. Se amplia igualmente la representación de los trabajadores para las labores de prevención de riesgos, y exige una mejor formación en materia de preventiva, entre otros aspectos”.
Para obtener esta tarjeta profesional, cualquiera que sea la nacionalidad del trabajador, será requisito imprescindible, haber realizado, al menos, una acción formativa con un mínimo de ocho horas en materia de seguridad y salud, que debe estar homologada por la Fundación Laboral de la Construcción (FLC) a la que, entre otros agentes sociales, pertenece UGT-MCA; por eso, dado que el objetivo es que en el futuro nadie pueda trabajar en el sector de la construcción sin una formación básica en prevención de riesgos laborales, UGT-MCA, está volcada en preparar la organización, a todos los niveles, de la puesta en marcha de esta Tarjeta Profesional del Sector. También los trabajadores de otros sectores que operen en la construcción, por ejemplo del metal o de la madera, necesitarán tener esta formación mínima y obtener la Tarjeta Profesional.
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