Según publica El Mundo en su edición digital, los trabajadores del turno nocturno tienen mayor riesgo de cáncer que el resto de la población, y este tipo de trabajos podrían ser clasificados como 'probable o posiblemente carcinogénicos [causantes de tumores]' por la IARC, la agencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se dedica al estudio de las enfermedades tumorales.
Durante varios años, un equipo de 24 investigadores de este organismo, con sede en París, ha revisado las evidencias publicadas hasta la fecha sobre este tema. Y aunque admiten que serán necesarios más trabajos que confirmen este vínculo y descarten otros factores de riesgo en esta población, su informe concluye que trabajar por la noche puede alterar el reloj biológico del cuerpo humano (el llamado ritmo circadiano) y aumentar las probabilidades de desarrollar un tumor.
Sus conclusiones serán publicadas el mes que viene en un monográfico que verá la luz en las páginas de la revista 'Lancet Oncology'. Este organismo revisa periódicamente la lista de sustancias que 'posiblemente', 'probablemente' o 'ciertamente' pueden llegar a provocar tumores al ser humano y, entre las ya conocidas se incluyen desde diversos productos químicos, bebidas alcohólicas o el humo del tabaco, entre otros. Para determinar que un agente es un probable carcinógeno hacen falta evidencias 'limitadas en humanos y suficientes en animales'.
"Los turnos laborales que implican una alteración de los ritmos circadianos podrían ser carcinogénicos para el ser humano", ha señalado la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer en un comunicado que adelanta estas conclusiones. El documento también añade que ciertas exposiciones ocupacionales a productos tóxicos, como la que sufren bomberos o pintores, son "posiblemente carcinogénicas".
Aunque alrededor del 20% de la población en Europa y Norteamérica trabaja en las horas nocturnas, este organismo dependiente de la OMS asegura que el vínculo con el cáncer no está suficientemente claro como para tomar medidas al respecto. "No creo que entendamos plenamente cómo puede afectar esta práctica al desarrollo del cáncer", ha admitido Vincent Cogliano, especialista de la IARC. Primero, señala, habrá que seguir estudiando la cuestión, y sólo después los datos estarán listos para que las autoridades sanitarias mundiales decidan qué acciones son las más apropiadas, dicen en el periódico El Mundo en su versión digital.
"Siempre va a haber trabajos que tengan que realizarse por la noche, como el de las enfermeras, que tienen que trabajar a lo largo de las 24 horas del día", admite Cogliano, "por eso debemos saber cómo reducir los riesgos".
Estos especialistas han manejado, entre otros, trabajos que observaron mayor riesgo de cáncer de mama entre mujeres que trabajaron de noche durante largos períodos de tiempo. También se mencionan datos recogidos entre auxiliares de vuelo, que cambian de zona horaria con frecuencia, y varones afectados por el cáncer de próstata con mayor frecuencia si su jornada laboral comenzaba al anochecer. Asimismo, se mencionan investigaciones con ratones en las que los animales eran expuestos a la luz artificial durante 24 horas para comprobar el efecto sobre su organismo.
Según explica el documento, la producción de la hormona melatonina tiene lugar en el cerebro durante la noche, después de que el organismo haya estado expuesto a la luz diurna. Sin embargo, este proceso se ve alterado en las personas que permanecen despiertas durante la noche de manera que su organismo no dispone de suficientes niveles de este antioxidante natural capaz de proteger al ADN de daños celulares como los que pueden dar lugar al cáncer.
Otra hipótesis que se baraja es que la falta de sueño de estas personas, que no descansan adecuadamente durante el día, debilite su sistema inmunológico y les haga más vulnerables al ataque de las células cancerosas.
Algunos especialistas se han mostrado escépticos ante este anuncio y no descartan que estos trabajadores tengan otros comportamientos que multipliquen su riesgo de cáncer. La IARC ya ha anunciado que volverá a retomar la cuestión en un plazo de tiempo, después de seguir estudiando la cuestión en grupos de población más amplios. "Hay suficientes evidencias para reconocer que trabajar en el turno de noche equivale a un aumento del riesgo de cáncer, pero no podemos descartar la posibilidad de otros factores".
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