Cada vez existe una mayor concienciación, pero lo cierto es que en la provincia las irregularidades en materia de seguridad y salud laboral siguen estando detrás de una de cada tres infracciones detectadas por la Inspección de Trabajo.
Un porcentaje que, pese a los esfuerzos que los agentes sociales y la Administración vienen realizando para desterrar las malas prácticas y los incumplimientos de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, se repite prácticamente sin cambio alguno año tras año. Sólo en los nueve primeros meses del año, según las estadísticas de la Dirección General de la Inspección de Trabajo, los inspectores realizaron 8.816 actuaciones, 1.783 de ellas visitas.
Fruto de estos controles la Inspección levantó acta de un total de 548 infracciones que se saldaron con sanciones por un montante global superior a los 2.770.000 euros. En cuanto al número de trabajadores que se vieron afectados por estas infracciones hasta el mes de septiembre, éste ascendió a 841 empleados.
Y aunque es el área de seguridad social en la que se detectaron un mayor número de infracciones, el 52 por ciento del total de las que acabaron con un levantamiento de acta por parte de la Inspección, es en el área de seguridad y salud laboral en la que el montante global de las sanciones impuestas es mayor.
Así, en esta última materia la Inspección llevó a cabo hasta septiembre un total de 3.238 actuaciones que culminaron con el levantamiento de 182 actas de infracción. En cuanto a las multas económicas propuestas, éstas superan 1.921.000 euros. De esta forma Albacete es la provincia de la Región con el importe global de sanciones en materia de seguridad y salud laboral más alto en los nueve primeros meses del año.
Eso pese a que los datos de la Dirección General de la Inspección de Trabajo señalan a Albacete como la segunda provincia, tras Cuenca, con menor número de infracciones detectadas en esta materia. Además estas infracciones provocaron 22 paralizaciones de actividad y afectaron a 337 trabajadores.
No obstante, y a pesar de las cifras para el responsable de Salud Laboral de Comisiones Obreras en Albacete, Miguel Ángel Campos, hoy por hoy se llevan a cabo pocas inspecciones. Y en los casos en los que se realizan y se detectan irregularidades o deficiencias las multas 'son bastante suaves', a juicio del representante del sindicato.
'A veces el hacer frente a una multa o a una sanción al empresario le sale más barato que si hubiese tenido que hacer frente a la necesaria prevención de riesgos laborales', se lamenta Campos.
En este sentido el sindicalista insiste en la necesidad de que la Inspección realice más controles. Cuestión ésta difícil de conseguir, según reconoce el responsable de Seguridad y Salud Laboral de CC OO, ya que la falta de personal en la Inspección de Trabajo de Albacete hace imposible que se pueda incrementar su actividad. 'En estos momentos en la provincia sólo hay operativos tres inspectores para todas las áreas', indica Campos recordando que la Inspección no sólo debe hacer frente a las cuestiones relacionadas con la salud y seguridad en el trabajo, sino también en materia de seguridad social, o empleo y extranjería, en otras áreas.
No en vano la Inspección de Trabajo, durante los nueve primeros meses del año, desarrolló en Albacete un total de 542 actuaciones en materia de empleo y extranjería (454 de ellas en este último apartado). Como consecuencia de estas actuaciones la Inspección de Trabajo levantó 28 actas de infracción e impuso sanciones por un valor total de 182.893 euros.
Pero al margen de la labor sancionadora, Campos hace hincapié en la importancia del trabajo preventivo y de concienciación que debe llevarse a cabo en materia de salud y seguridad laboral. Una labor en la que, en su opinión, deben involucrarse no sólo sindicatos, administración y empresarios, sino también el resto de la sociedad.
En este sentido, reconoce que poco a poco se está consiguiendo sensibilizar a un mayor colectivo acerca de la necesidad de apostar por la cultura preventiva. Y aunque aún cuesta que los trabajadores y la sociedad en general denuncien las deficiencias que advierten en los centros de trabajo, y que pueden poner en riesgo la salud y la propia vida de los empleados, en los últimos seis o siete meses CC OO ha recibido hasta una veintena de denuncias alertando de irregularidades.
La peculiaridad en sí radica en el hecho de que esta veintena de denuncias ante el sindicato las han realizado empresarios que llaman la atención sobre los incumplimientos que observan en otras empresas. Campos asegura que aunque estas llamadas son siempre bienvenidas no puede entender los motivos que llevan a estas empresas a denunciar a otras ante un sindicato y no ante la propia patronal.
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