No se puede acusar a Matthew McConaughey de no emplearse a fondo para preparar sus películas. Tanto que a punto ha estado de tener un disgusto gordo, aunque todo ha quedado en un susto. El actor desató la rumorología en Hollywood al ser fotografiado por los paparazzis saliendo de una clínica de Beverly Hills con un aparatoso vendaje cubriéndole parte de la cara, puntos de sutura incluidos.
Se dijo entonces que el ex novio de Penélope Cruz se había sometido a una operación de cirugía estética a sus 38 años. Pero su representante, Alan Nierob, acalló los rumores contando a la prensa que el actor había sufrido un percance mientras se entrenaba para su papel en The Grackle, película en la que interpreta a un luchador que por 250 dólares vende sus servicios a aquellos que no pueden pagarse un abogado. Para el entrenamiento utiliza una técnica mixta de artes marciales muy popular en Estados Unidos.
Nierob no dio más detalles, pero sí explicó que el texano se encuentra "prácticamente recuperado" de las heridas. Seguro que sus fans no respirarán tranquilas hasta que comprueben si a McConaughey le quedan cicatrices en la cara de recuerdo.
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