La sala de lo social del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) ha establecido una de las mayores indemnizaciones otorgadas en las islas por un accidente laboral. Un obrero de la construcción que sufre gravísimas secuelas y se ha quedado inválido (tetraparesia) tras un golpe de calor recibirá, por diferentes conceptos, casi 400.000 euros.
Los hechos se remontan al 26 de junio del 2003 cuando una cuadrilla trabajó, toda la mañana, en una zanja en la urbanización sa Torre, de s´Arenal. Los obreros estuvieron colocando tuberías a dos metros de profundidad, a pleno sol, y con una temperatura de 30 grados medida a la sombra. Ese verano fue especialmente duro en cuanto a olas de calor y la temperatura al sol el día del accidente pudo ser de hasta 45 grados.
La víctima, defendida por el abogado Manuel Pomar, empezó a encontrarse mal y se retiró a la sombra. Después, se fue a una caseta para beber agua. Horas más tarde fue localizado inconsciente y en gravísimo estado por un transeúnte.
En coma y secuelas
El obrero fue ingresado en coma por el golpe del calor y, tras pasar una larga temporada ingresado en Son Dureta y en el hospital Sant Joan de Deu, arrastra gravísimas secuelas.
El peón padece una gran invalidez con imposibilidad de mover las cuatro extremidades, también tiene problemas para hablar y otras muchas limitaciones. La Seguridad Social le ha reconocido una gran invalidez y un grado de minusvalía del 83 por ciento.
El trabajador formaba parte de la plantilla de Construcciones Bartolomé Serra, a su vez subcontratada por la UTE MYASA-FCC-Sogesur, que han sido condenadas, junto a sus mutuas y compañías de seguros, a abonar la indemnización y crear un fondo para la víctima.
No fue un virus extraño
La constructora trató de exonerarse de responsabilidades alegando que las graves secuelas de la víctima no eran producto del golpe de calor, sino tenían un origen vírico, "extraño a las circunstancias y condiciones en las que realizaba su trabajo". El TSJB rechaza de plano dicha teoría y, con base en múltiples informes médicos, establece que el accidentado padeció un fallo multiorgánico por el golpe de calor, que le provocó un síndrome de Guillain Barre y daños en el cerebro, con las secuelas descritas.
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