Las minas de carbón chinas siguieron siendo en 2007 las más mortíferas del mundo con 3.770 fallecidos, aunque la cifra supone un retroceso del 17,7% con respecto a la del 2006, informó ayer la Administración de Seguridad Laboral.
La cifra de accidentes se redujo un 21,2 por ciento frente a los 2.955 de 2006, anunció el máximo responsable de la Administración, Li Yizhong, en una reunión de trabajo divulgada en la página web del organismo.
En total, 98.340 personas murieron en el país en los más de 500.000 accidentes laborales ocurridos, lo que supone descensos respectivos del 19,5 y el 12,9 por ciento.
Pese a las cifras, Li aseguró que la siniestralidad laboral 'sigue siendo demasiado alta'.
Por su parte, el responsable de la Administración para las Minas de Carbón, Zhao Dichui, alentó a continuar con la concentración del sector emprendida por el Gobierno y cuyo objetivo es que los pozos más pequeños, normalmente los más peligrosos, sean absorbidos por las grandes compañías mineras.
La antigüedad de muchos pozos, la falta de medidas de seguridad, la corrupción y la necesidad de excavar cada vez a más profundidad para encontrar vetas con el mineral, que suministra cerca del 70 por ciento de las necesidades energéticas chinas, continúan siendo las principales causas de la siniestralidad en el sector hullero chino.
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