El Consell de Govern aprobó ayer el plan de choque contra la siniestralidad laboral, que entre sus iniciativas más importantes incluye la contratación y habilitación de más técnicos para controlar la actividad empresarial. Este plan ha provocado fricciones tanto con la patronal CAEB como con los sindicatos UGT y CCOO.
La propuesta de la conselleria de Trabajo fue inicialmente rechazada por la CAEB, que entregó por escrito su rechazo al plan, al considerar que no era "necesario ni oportuno". Este rechazo por parte de la patronal se hizo especialmente patente por lo que respecta a la habilitación de los funcionarios técnicos para aumentar sus competencias en materia de seguridad y salud laboral, a los que se acusó de llevar a cabo "actuaciones inquisitoriales de mobbing". El documento presentado por la patronal isleña especificaba que "desde la CAEB no estamos de acuerdo en potenciar las medidas de tipo coercitivo y sancionador hacia las empresas".
Las causas del malestar de CCOO y UGT ha sido bien distinto. Según los sindicatos, el Govern ha estado demorando en exceso la aprobación de un plan que en su opinión debía de haber recibido el visto bueno desde el pasado mes de noviembre, dado el incremento de la siniestralidad laboral que las islas han registrado durante el pasado año.
La preocupación de los sindicatos radica ahora en si la contratación de más técnicos en materia de salud laboral irá acompañada con la misma celeridad de su habilitación para que puedan desarrollar las labores de control previstas.
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