Los equipos de rescate kazajos suspendieron hoy, provisionalmente, la búsqueda de los 23 mineros desaparecidos por la explosión de metano ocurrida el viernes en una mina de carbón, debido a la alta concentración de gas en las galerías.
"Las labores de salvamento se han interrumpido debido a que en la mina hay una elevada concentración de metano", aseguró Ymirzak Shukéev, viceprimer ministro kazajo, citado por la agencia rusa Interfax.
Shukéev subrayó que la actual concentración de gas metano (4-6 por ciento) "se acerca al nivel crítico".
"Tanto pronto como el nivel de metano descienda los socorristas regresarán a las galerías para proseguir su labor", añadió.
Durante las últimas horas los trabajos de salvamento se han visto dificultados por el denso humo y por las altas temperaturas en el interior de la mina "Abaiskaya", donde aún no ha podido ser sofocado el incendio.
Las autoridades kazajas han incoado un expediente penal contra la dirección de la mina por no respetar las reglas de seguridad laboral.
La explosión de gas ocurrió en torno a las nueve de la mañana hora local a una profundidad de 500 metros, cuando en el interior de la explotación hullera se encontraban 191 trabajadores.
Siete cadáveres fueron recuperados y 23 mineros sigue desaparecidos.
Entre los 161 rescatados con vida, catorce fueron hospitalizados y siete se encuentran en cuidados intensivos.
La mina de carbón es propiedad de la siderúrgica Arcelor-Mittal Termitau, filial de Mittal Steel, la mayor productora mundial de acero.
En los últimos meses los mineros kazajos han protagonizado varias movilizaciones para protestas por las "penosas" condiciones laborales, la falta de seguridad en las minas, la antigüedad de la maquinaria y la obsolescencia de los equipos.
Los mineros comenzaron a movilizarse en septiembre de 2006 cuando 41 trabajadores murieron a consecuencia de una explosión de metano, seguida de un incendio, en la mina de carbón "Lenin", en la región de Karagandá, también en el centro del país.
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