La Conselleria de Trabajo y Formación habilitará a sus técnicos en Salud Laboral para que puedan hacer "requerimientos" cuando comprueben la seguridad en las empresas e incrementará la plantilla de los mismos en doce con el objetivo de reducir este año los accidentes de trabajo en un 30 por ciento.
Este departamento autonómico prevé, en unos tres meses, habilitar a sus 28 técnicos en Salud Laboral, que podrán realizar "requerimientos" en caso de que encuentren deficiencias cuando realicen una visita a alguna empresa de la Comunidad.
"Automáticamente", una vez que el requerimiento sea enviado a la Inspección de Trabajo, se podrá generar un acta de infracción sin necesidad de que un inspector de trabajo tenga que desplazarse a la empresa en cuestión para comprobar la deficiencia detectada por el técnico en Salud Laboral de la Conselleria.
Hasta ahora, los técnicos tenían simplemente una función de "advertencia" a las empresas sobre sus faltas de seguridad.
COMPLICIDAD CON LAS EMPRESAS
La consellera de Trabajo y Formación, Margarita Nájera, ha presentado el "Plan de Choque de la Siniestralidad Laboral en Baleares", que estará vigente durante este año a la espera de que se apruebe y se ponga en marcha, previsiblemente en 2009, el "Plan de Seguridad, Salud y Ambiente Laboral de las Islas Baleares", que tendrá una aplicación de ocho años.
Tras cuatro años en los que "prácticamente no se ha hecho nada" en materia de seguridad laboral, ha comentado la consellera, el referido plan de choque aumenta en un 75 por ciento el número de técnicos de Salud Laboral.
Serán doce más, de los que seis se incorporarán a la plantilla de Mallorca, tres a Menorca y otros tres a Ibiza y Formentera.
Este plan ha sido consensuado con las asociaciones empresariales y sindicales, ha resaltado Nájera, quien ha aclarado que "no se trata de crear una situación permanente de conflicto, sino de buscar la complicidad" con las empresas y sus trabajadores para reducir el número de accidentes.
En 2006, el índice de siniestralidad laboral en Baleares -número de accidentes de trabajo por cada mil habitantes- se situó en 78,7 frente al índice de España de un 60,30.
VIGILANCIA Y CONTROL
Este plan de choque tiene un coste de un millón de euros y, entre otras iniciativas, prevé desarrollar campañas de concienciación y programas de formación e información en materia preventiva, así como el establecimiento de "aulas itinerantes" formativas para los trabajadores inmigrantes.
El archipiélago, con un 15,8 por ciento, es la comunidad con el índice más alto de trabajadores inmigrantes, según ha destacado la consellera, quien ha ofrecido una rueda de prensa en la que ha estado acompañada por la directora general de Salud Laboral de la Conselleria, Paula Liñán.
También se impulsará el trabajo de equipos conjuntos formados por técnicos de la Conselleria y por funcionarios de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social para el seguimiento de las empresas del sector de la construcción, como en sectores de actividad cuyas condiciones de trabajo lo demanden.
Se realizará un seguimiento, control y vigilancia a las empresas con altos índices de siniestralidad, incluida la Administración pública, analizando causas y aplicando acciones concretas en cada caso. Además, la Conselleria abrirá un registro de aquellas empresas con faltas de seguridad de carácter grave, lo que les impedirá realizar trabajos para la Administración pública.
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