España cuenta con alrededor de 2,5 millones de empresas familiares, sin embargo, únicamente el 35-40% sobreviven a la segunda generación, y un escaso 10% lo hacen a la tercera.
Esto unido al hecho de que, son muy escasas las Pymes familiares que poseen un protocolo familiar que recoja las pautas y directrices a seguir por los miembros de la empresa en cuanto a la gestión y dirección de la misma, evidencia una mala estructura y organización generalizada que pueden provocar que un buen proyecto empresarial y una magnífica idea de negocio se pierda a causa, bien de la incapacidad del fundador para transmitir esa idea de empresa a sus sucesores, o bien por la escasa implicación de las siguientes generaciones que no han conseguido implicarse lo suficiente en ella.
Otro aspecto importante y con frecuencia pasado por alto es el delicado tema de la sucesión en la dirección/gestión de la empresa familiar. A menudo, la siguiente generación de propietarios tiene objetivos y motivaciones distintas a las de sus progenitores, en otros casos esta sucesión se produce con escasa o nula planificación, y en otros se percibe por parte de los empleados con más tiempo en la empresa, una ausencia de autoridad “moral” para asumir la dirección y gestión del negocio.
Según estudios desarrollados por John L. Ward sobre empresas familiares, el 10% de estos fracasos se debe a la falta de habilidad del sucesor, el 20% a razones de negocio y otro 10% a la falta de capital, mientras que en el 60% restante, el fracaso se debe a temas puramente familiares.
La ayuda de profesionales externos especializados en colaborar con pequeñas y medianas empresas y en especial con la empresa familiar, puede ser una buena opción para contribuir a solventar buena parte de estos problemas.
ActionCOACH lleva años trabajando con las Pymes durante los cuales han sido muchas las empresas familiares que han utilizado los servicios de coaching para mejorar el rendimiento de sus negocios o superar obstáculos que impedían el crecimiento de la empresa tanto en lo referente a sus relaciones comerciales como en lo relativo a su entorno laboral y en especial a la relación entre los miembros que forman la empresa, que en este caso además se ven unidos por lazos familiares.
No sólo se trata de mejorar el rendimiento y los beneficios de la empresa, también de saber comunicar la idea que el fundador tiene de ella a sus futuros sucesores y que desea que el resto de miembros interioricen, así como los objetivos a conseguir y en los que deben sentirse implicados el resto de integrantes del núcleo familiar.
Las empresas familiares tienen a su disposición la oportunidad de beneficiarse de los diferentes servicios de coaching que ofrece ActionCOACH. Ya sea mediante programas mentor de colaboración directa con la empresa familiar donde un profesional valorará la situación en la que la empresa se encuentra y elaborará un programa especifico que facilite el desempeño de la actividad empresarial, la activa participación de sus miembros y una satisfactoria relación entre ellos en pro del entendimiento y la consecución de los objetivos. O bien, a través de seminarios o cursos de formación donde el empresario aprende a mejorar diferentes aspectos importantes para su negocio (gestión de tiempo, comunicación, relaciones entre miembros de la empresa, organización, delegación de tareas, planificación de la sucesión familiar, etc,) y cuya puesta en práctica facilitará a todos los integrantes de la empresa el desempeño de sus tareas contribuyendo a lograr un enfoque más eficaz y un ambiente laboral donde la existencia de lazos familiares no sea un factor de estrés sino una fortaleza a explotar.
Por esta razón, cada año miles de empresas familiares confían en ActionCOACH para conseguir una gestión y organización de su negocio más eficaz que aseguren la supervivencia de la empresa a lo largo de las sucesivas generaciones.
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