El sindicato CC. OO. de Palencia llevará a la Fiscalía los graves problemas de salud que presentan siete trabajadoras de la empresa Guascor Servicios, contratada por Gamesa Eólica para la reparación de las palas de los aerogeneradores en una carpa situada cerca del parque eólico de Angostillos, en el término de la localidad palentina de Hornillos de Cerrato.
El secretario provincial de Comisiones, Juan Carlos González, que ayer anunció esta decisión en una rueda de prensa, dio también a conocer la tercera denuncia que ha presentado ante la Inspección de Trabajo para que siga investigando las enfermedades que padecen estas empleadas desde que el pasado mes de septiembre Guascor Servicios inició los trabajos de reparación de palas de los molinos del parque eólico de Hornillos. En las primeras semanas del pasado mes de octubre al menos diez trabajadoras acudieron a la mutua con diversos síntomas, como dolores de cabeza, náuseas y alteraciones cutáneas y que, en opinión del sindicato, pudieran estar vinculados con los productos y sustancias químicas que se utilizan en la reparación de las palas eólicas.
El sindicato considera que estos problemas de salud están relacionados con la manipulación de productos y sustancias químicas, formadas por varios componentes que han podido ser manipuladas por los trabajadores sin una protección adecuada.
Comisiones ha realizado un análisis de los componentes utilizados en la reparación de las palas de los molinos en el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS), con sede en Valencia, que pertenece al sindicato.
Según el sindicato, entre esas sustancias se encuentran varias de las denominadas 'disruptores endocrinos', así como otras clasificadas por la normativa y por diversos organismos 'como posiblemente cancerígenas en animales y causantes de posibles efectos irreversibles para la salud', se señala también en la nueva denuncia formulada por CC. OO.
Ante estos resultados, en la denuncia sindical se sostiene que los productos pueden estar relacionados directamente con las patologías sufridas por los trabajadores, especialmente las mujeres: cefaleas, anenorrea, quemaduras en las manos y en la cara, hemorragias nasales, insuficiencia respiratoria y mareos.
Juan Carlos González señaló ayer que los síntomas resultan especialmente graves en siete trabajadoras, tres de las cuales han sido despedidas por Guascor, mientras que el resto se encuentra actualmente de baja laboral, y que la empresa 'conocía los efectos de estas sustancias en la salud', ya que en las entrevistas de trabajo se preguntaba a las empleadas si tenían hijos en edad de lactancia.
Junto a González, también participaron en la conferencia de prensa el secretario de la Federación del Metal, Ignacio Ruiz Peña, y el responsable de Organización del sindicato, Luis González, que se mostraron muy preocupados por los síntomas que presentan los trabajadores. El sindicato también solicitará a la Fiscalía que prolongue la vigilancia de la salud de estos trabajadores más allá del periodo laboral, ya que Guascor concluirá en poco tiempo la actividad en el parque de Hornillos. La empresa contrató inicialmente a una treintena de personas, aunque entre los despidos y las bajas voluntarias, se calcula que desde septiembre han pasado por estas instalaciones unos setenta empleados.
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