Muchas bajas fraudulentas son investigadas a demanda de las empresas. No obstante, la Inspección Sanitaria tiene establecidos unos tiempos. «En una intervención de hernia inguinal se supone que a los 30 días la persona ya puede trabajar. Nosotros revisamos las bajas y si vemos que ha superado ese tiempo le citamos para ver si ha habido alguna complicación», revela José María Camacho, coordinador de la Oficina.
Mercedes Mayor, coordinadora de Inspección Sanitaria en Ciudad Real, pone de manifiesto que «los accidentes son un caldo de cultivo para las bajas fraudulentas porque los implicados perciben doble paga». En este sentido, muchas mutuas cuentan con detectives privados que se encargan de investigar si esconden un engaño.
Además, como afirma Mercedes Mayor, coordinadora de Inspección Sanitaria en Ciudad Real, «también son patologías que sufre mucho el personal sanitario y parasanitario que tiene que movilizar a personas enfermas, por ejemplo los auxiliares que trabajan en residencias de ancianos».
En este sentido, con un 6,5 por ciento, los trastornos afectivos fueron la cuarta patología más común por detrás de los esguinces de pie y tobillo, que representaron un 6,5 por ciento y una duración de 33 días.
Dentro de los cuadros afectivos, la depresión se sitúa a la cabeza y afecta más a mujeres que a hombres. Representa además una media de 140 días y, junto a los procesos oncológicos y a los trasplantes, es la patología que más se alarga en el tiempo.
Así mismo, José María Camacho añade que «últimamente se están viendo bastantes más bajas por estrés y acoso laboral, algo que antes no se veía».
El virus de la gripe y la gastroenteritis aguda constituyeron las dos enfermedades de corta duración que más bajas ocasionaron. «Los últimos y los primeros meses del año, coincidiendo con el invierno, se disparan los procesos agudos aunque duran pocos días», indica Mercedes Mayor.
Los datos facilitados por la Oficina Provincial de Prestaciones del Sescam (OPP) ponen de relieve un ligero descenso de las bajas laborales. Así, sobre un total de 230.000 trabajadores activos con cobertura en la Seguridad Social, el número osciló entre las 2.500 y las 3.000 al mes. Esta media se ha reducido con respecto a la registrada en 2006, donde se alcanzó de manera aproximada la misma cifra de incapacidades mensuales, pero sobre una población de 200.000 trabajadores. El coordinador de la OPP asegura que «la razón se debe a la reducción de los tiempos de espera con la Ley de Garantías». «La realización de las pruebas es más fluida y las decisiones sobre si a una persona se le da el alta o sigue de baja se toman antes», matiza al respecto. Y es que, como pone de relieve Luis Casero, jefe de Inspección Sanitaria en Ciudad Real, «los que realmente hacen el trabajo son los médicos de Atención Primaria. Nosotros sólo hacemos el control, ellos hacen el seguimiento».
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