El 75 por ciento de la plantilla de la policía local de Valdepeñas que asciende a 42 funcionarios de distinta categoría está de baja, según anunció ayer en rueda de prensa el alcalde de la localidad, Jesús Martín, quien agregó que, pese a esta incidencia, la seguridad está totalmente garantizada por la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Martín que compareció ante los medios de comunicación para informar de la situación en la que se encuentra la policía local, manifestó que ayer (por el miércoles) se dieron de baja 14 agentes que sumados a las que ya había alcanzan las 30 con un periodo que oscila entre los 20 y los 180 días.
Esta situación que calificó de “casual, desgraciada y desafortunada”, ha sido trasladada ya a los juzgados , a la subdelegación del Gobierno y al Ministerio del Interior porque habrá servicios conveniados en los que colabora la policía que no se podrán prestar mientras persista la situación, caso de las notificaciones judiciales o la utilización de los calabozos como depósito de detenidos, entre otros, subrayó.
El alcalde pidió la colaboración ciudadana para que “hagan de policía desde la conciencia social de una sociedad madura y adulta que sabe vivir en convivencia”, ya que, de momento, no se podrá regular el tráfico o realizar distintos trámites burocráticos o administrativos, aunque las certificaciones de convivencia se seguirán realizando, pero tardarán más en tramitarse. La seguridad en los edificios públicos municipales, si hiciera falta, se cubriría con agentes de guardia de seguridad privada, apostilló.
Martín quiso tranquilizar a los ciudadanos porque -subrayó- “la seguridad es competencia de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado”, en alusión a la Policía Nacional y a la Guardia Civil con destacamentos notorios en la ciudad.
El regidor municipal eludió hablar de conflicto sindical alguno por entender que las bajas no obedecen a ninguna medida de presión, ya que los policías locales de Valdepeñas “son suficientemente responsables como para saber que los derechos sindicales se negocian en una mesa”, dijo.
Por otro lado, y a preguntas de los periodistas sobre la posibilidad de que accediera a sentarse o a negociar con los sindicatos, el alcalde señaló que lo único que le preocupaba ayer era la salud del concejal socialista Crisanto Martín, al que, aseguró, “un ciudadano identificado” le escupió cuando salieron del pleno que se celebró el martes por la noche y que coincidió con la manifestación de los policías.
“Crisanto se aceleró un poco y lo tuvimos que llevar a casa. Ayer (miércoles) no vino a trabajar y nos preocupó la situación por lo que, a través de su hijo, pasamos a su casa y lo encontramos en el suelo con un posible paro cardiaco”.
El alcalde insistió en que el cuadrante de la policía, según la ley, “es responsabilidad de la alcaldía” y agregó que aunque “su responsabilidad no la negocia”, no quiere decir que se niegue a negociar con los sindicatos. De cualquier forma, reiteró, “hoy no hay un conflicto laboral, hay un problema de salud”.
Los comentarios están cerrados.