Tener una ocupación que demanda un nivel permanente de esfuerzo físico reduce el riesgo masculino de sufrir cáncer de próstata, informó un equipo de investigadores en Estados Unidos. Estudios previos demostraron que la actividad física reduce el peligro de desarrollar ciertos cánceres.
"Este estudio lo confirma para el cáncer de próstata", dijo a Reuters Health Anusha Krishnadasan, de la University of California en Los Angeles.
El equipo dirigido por Krishnadasan analizó la relación entre el cáncer de próstata y la actividad física en trabajadores de una compañía del sur de California que prueba motores aeroespaciales y sistemas de energía nuclear.
El equipo comparó la exigencia física de 392 trabajadores que desarrollaron cáncer de próstata con 1.805 hombres con un trabajo similar y de la misma edad.
La probabilidad de desarrollar cáncer de próstata para los trabajadores aeroespaciales con tareas físicamente exigentes era un 45 por ciento más baja que entre sus compañeros menos activos.
Eso se mantuvo tras ajustar variables como la exposición laboral a cancerígenos, la edad al inicio de las actividades y al diagnóstico y el salario, explicaron los investigadores en la revista Cancer Causes Control.
En cambio, la probabilidad de cáncer no varió significativamente entre los trabajadores que manipulaban sistemas de energía nuclear con alta demanda física y los que tenían menos exigencias físicas en ese empleo.
El equipo sugiere que las diferencias en el nivel de actividad física exigido (permanente versus temporal) a los trabajadores que manipulaban sistemas aeroespaciales y de energía nuclear explicarían los resultados del estudio.
Por un lado, los trabajadores aeroespaciales eran principalmente (un 64 por ciento) mecánicos, técnicos, soldadores, armadores y maquinistas con tareas que exigían altos niveles de actividad física constante.
El 34 por ciento de los que trabajaban con energía nuclear tenían especialidades similares, mientras que otro 31 por ciento realizaba tareas de seguridad, bomberos y electricistas, a los que sólo se les exigía altos niveles de actividad física de manera temporaria.
No obstante, el equipo sostiene que estos resultados deben confirmarse con estudios de largo plazo y un análisis más detallado de otros factores que puedan influir en la relación.
Joene Hendry
FUENTE: Cancer Causes Control, febrero del 2008
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