La cadena de cafeterías Starbucks, que ayer cerró durante tres horas para formar a sus 135.000 empleados, reabrió hoy sus puertas con el compromiso de dar un trato y un servicio perfecto, ante las críticas por la pérdida de calidad y la caída de sus títulos en bolsa.
Para muchos estadounidenses, la tarde del martes parecía sacada de una pesadilla, al quedarse sin lattes, frappuccinos y cappuccinos que la cadena ofrece diariamente a sus millones de entusiastas.
Los 7.100 establecimientos operados por la compañía en Estados Unidos cerraron entre las 1.30 y las 4.30 GMT para ofrecer un curso a sus 135.000 empleados o ‘baristas’.
La cadena reabría hoy con carteles que anunciaban: ‘tu bebida debería ser perfecta en todo momento. Si no es así, dinoslo y la haremos como es debido’.
Sólo las cafeterías que la cadena tiene franquiciadas en hoteles, aeropuertos y centros comerciales abrieron sus puertas durante esas tres horas.
Los empleados perfeccionaron principalmente el manejo de las máquinas automáticas de café expreso, introducidas hace varios años. ‘No es tan sencillo como darle a un botón’, dijo Ann-Marie Kurtz, responsable de educación global en café y té de la cadena, a la prensa estadounidense.
Starbucks es la primera cadena de cafeterías del mundo con 16.000 establecimientos diseminados por 44 países, pero la mayor parte de su facturación, que ascendió a un total de 9.400 millones de dólares en 2007, proviene del mercado estadounidense.
En EE.UU. la fachada verde de Starbucks es una presencia habitual, casi omnipresente, en las principales ciudades.
En el centro financiero de San Francisco, por ejemplo, la cadena tiene tantas tiendas que la revista de humor ‘The Onion’ ironizó en cierta ocasión con que la firma planeaba abrir nuevos Starbucks en los lavabos de sus establecimientos.
Starbucks no ha aportado cifras sobre cuánto le costará al grupo las tres horas de paro de ayer, pero los expertos calculan que no será destacable porque se produjo al final del día, un momento generalmente de poca actividad.
Añaden que, en cualquier caso, no será comparable con los costes que la cadena deberá afrontar este año debido al previsto cierre de 100 establecimientos con malos resultados y las indemnizaciones por el despido de 200 trabajadores la pasada semana.
Los títulos de Starbucks han caído un 50 por ciento desde finales de 2006 afectados, en parte, por la pérdida de calidad de sus productos.
La compañía ha anunciado que proyecta medidas de formación similares para los empleados de sus tiendas franquiciadas y de sus establecimientos fuera de Estados Unidos.
El cierre de ayer fue rápidamente aprovechado por la competencia, que intentó saciar la sed de café de los clientes de Starbucks durante esas tres horas y hacer su agosto.
La cadena Dunkin’ Donuts ofreció sus cafés durante buena parte del día de ayer por sólo 99 céntimos de dólar.
En Seattle, la cadena Caffe Vita Coffee Roasting Co.’s regalaba ayer cafés solos, en un intento de atraer a una parte de la clientela habitual de Starbucks.
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