Ocurrió el viernes, hacia las nueve de la mañana. Un conductor de la Empresa Municipal de Transportes (EMT), que quería ejercer su derecho a no secundar la huelga iniciada el pasado día 22, acudía a su trabajo como cada mañana pero al llegar a la puerta de las cocheras fue increpado por un piquete ‘informativo’ que, según fuentes de la empresa, le zarandeó y le empezó a lanzar insultos. El hombre sufrió un grave ataque de ansiedad y fue atendido, allí mismo. Como no se reponía, el empleado tuvo que ser trasladado a los servicios médicos centrales de la EMT, en la calle Cerro de la Plata.
El viernes fue la cuarta jornada de paro en la EMT; la tercera de veinticuatro horas ya que ha habido una con paros intermitentes. Fuentes también de la empresa municipal señalaron que se volvieron a producir retrasos en los servicios mínimos debido a la revisión exhaustiva de los vehículos. Las demoras más importantes se registraron en las cocheras de Entrevías, Fuencarral A y Fuencarral B. La media de retrasos en la salida de los autobuses fue de dos horas y veinte minutos porque se revisaban minuciosamente todos los puntos de mecánica como de visión de los buses. Las líneas 5, A y G (estas dos últimas prestan servicio en la Ciudad Universitaria) estuvieron sin servicio hasta las nueve de la mañana.
También, tal y como estaba previsto, tuvo lugar una concentración de trabajadores de la EMT en la plaza de Cibeles, justo a las puertas de la sede del Ayuntamiento de la capital. Fueron 900 según la Policía Municipal y 4.000 según los organizadores, es decir, el comité de huelga compuesto por los sindicatos CC.OO., UGT, Sicam, CSI y Plataforma Sindical. La pancarta principal tenía escrito: ‘EMT en lucha. Por un convenio digno. Por un servicio público de calidad’.
Los gritos más coreados fueron, por ejemplo, ‘La gente de la EMT no llega a fin de mes’ y ‘Queremos una retribución como la de Gallardón’. En algunos corrillos, se animaba a los manifestantes a ‘formar el taco’ y ‘a crear tensión’.
Alberto Blanco, de CC.OO. aseguraba, en Cibeles, que la empresa ‘no quiere negociar. La oferta que nos hacen no son reales; tienen truco. Llevamos dieciséis años sin hacer una huelga aunque sí es cierto que hemos convocado muchas. Nos manifestamos aquí, en la sede consistorial, porque el Ayuntamiento es el dueño de la EMT’. Blanco no duda en que si de aquí al 12 de marzo -última jornada de huelga convocada- no se ha llegado a un acuerdo, ‘habrá más paros. Casi seguro’. El próximo, de veinticuatro horas, será el lunes, 3 de marzo.
Justo cuando se desarrollaba la concentración de Cibeles, el comité de huelga tuvo noticia de que la EMT había enviado una carta ‘invitando’ a los sindicatos para que marcaran ‘día, fecha y hora’ para una nueva reunión negociadora. La EMT recuerda que su última oferta, el 19 de febrero, era de una subida salarial del 7,36 por ciento. Los sindicatos reclaman un complemento salarial para recuperar el poder adquisitivo: 2 puntos por encima del IPC previsto.
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