El organismo llama a establecer mecanismos entre empresas y gobierno para generar ambientes de trabajo más armónicos y con mayores beneficios para los trabajadores.
La falta de una alimentación adecuada entre la clase trabajadora genera ausentismo laboral, enfermedades, bajo estado de ánimo y altas tasas de accidentes laborales, lo que incide negativamente en la productividad de las empresas.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) informó que la alimentación juega un papel fundamental en la nutrición, abatiendo un ciclo vicioso que se traduce en mala salud, menor aprendizaje y poca productividad.
Por lo tanto, señaló, los empresarios deben considerar que una alimentación deficiente redunda en mayores costos para los trabajadores, familias, empresas y en los programas de salud gubernamentales.
En un estudio sobre "Productividad, costo social y alimentación de los trabajadores", la OIT estimó que la rentabilidad de los programas de promoción de la salud en el lugar de trabajo oscila entre 1.50 y 5.75 dólares por cada dólar invertido en las empresas, lo que revela la importancia de esta inversión en capital humano.
Por lo tanto, abundó, es indispensable establecer los mecanismos de cooperación entre gobiernos, empresas y trabajadores, que permitan generar ambientes laborales más armónicos y con mayores beneficios para el empleado y la sociedad en su conjunto.
Consideró que la seguridad en el trabajo ha despertado interés durante las últimas dos décadas, en gran parte por la consecuencia de la revaloración sobre la integridad del trabajo humano como parte esencial en la búsqueda de la competitividad y la mejora de calidad de vida en un país.
La tesis, dijo, se basa en que no es posible lograr desarrollo al margen de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores.
Los estudios, agregó, permiten observar que el apoyo y la mejora en la alimentación del trabajador es inversión de beneficio para la sociedad en su conjunto, debido a que los apoyos en la mejora de sus condiciones de vida incrementa la productividad en las empresas y disminuyen los accidentes laborales y los costos en salud.
De acuerdo con la OIT, aproximadamente mil millones de personas sufren de desnutrición, mientras otras mil millones tienen sobrepeso, problemas que difieren entre países en desarrollo y países desarrollados.
Recordó que sólo en 2001 los padecimientos causados por la mala alimentación representaron 46 por ciento de las enfermedades y 60 por ciento de los fallecimientos en el mundo.
El organismo multilateral subrayó que las deficiencias en la alimentación del trabajador son un problema complejo que requiere de la disposición de empresas y gobierno.
Aseguró que el acondicionamiento y construcción de comedores suponen empresas con mayor capacidad económica y espacio suficiente.
Además, expuso, los programas con vales de comida permiten ofrecer prestaciones de manutención a empresas que no tengan espacios y posibilidades de establecer un comedor.
La OIT consideró que el papel del gobierno se centra en crear los incentivos para las empresas o realizar políticas y programas sociales con el objeto de mejorar las condiciones alimentarias de los trabajadores.
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