Briseis SA anunció ayer que reanudará la producción de sus líneas de higiene, cuidado personal y perfumería con la incorporación del cien por cien de la plantilla a lo largo de este mes tras la explosión que en septiembre destrozó las instalaciones de la fabrica ubicada en Benahadux (Almería) y causó la muerte de dos empleadas.
En una nota, la empresa almeriense detalló que, a la espera de que concluyan las obras de construcción de una nueva planta, la actividad se desarrollará en la antigua sede en las líneas de llenado de los geles de ducha ‘La Toja’, ‘Magno’ y ‘Fa’ y la colonias de esta última marca, así como el Elixir ‘Licor del Polo’, todas de la compañía Schwarzkopf Henkel para el seguirá siendo proveedor prioritario.
Briseis reanudará en breve espacio de tiempo, asimismo, la producción de la colonia Mont Saint Michel para Francia con una tirada de 3,5 millones de envases.
Las líneas de marca propia y de productos para la cadena de supermercados Covirán también retomarán el funcionamiento en la antigua fábrica mientras se construyen las nueva instalaciones, donde está previsto la obtención de las sales del agua del Balneario de La Toja, elemento fundamental de estos productos que convierte a Briseis en una pieza clave para la marca.
La Junta de Andalucía aprobó en octubre de 2007 el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para la plantilla de la fábrica de Briseis SA por el que garantizó a 17 trabajadores el cobro de la prestación por desempleo durante un año pero excluyó a otros 70 empleados con vinculación laboral a través de una subcontrata.
El ERE no incluyó a las personas contratadas ‘outsourcing’ y dejó fuera de la regulación asimismo a otros tres trabajadores cuyo contrato laboral se extinguió durante la tramitación del mismo y a los 22 empleados de las áreas comercial y de distribución que retomaron la actividad poco días después del accidente acaecido el 5 de septiembre.
La deflagración en la planta química de Benahadux (Almería), al parecer por un derrame de alcohol junto a un cuadro eléctrico, dejo cuatro heridos por abrasión de extrema gravedad que provocó el fallecimiento de dos de ellos, una en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla 24 horas después del siniestro y otra en el Carlos Haya de Málaga el 3 de octubre.
Un día después, tanto UGT como CC.OO. denunciaron que la planta química carecía de un plan de evacuación para casos de emergencia y que la plantilla nunca había participado en simulacros.
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