La secretaria de Salud Laboral de la Comisión Ejecutiva Confederal de UGT, Dolors Hernández, aseguró ayer que lo que ocurre con los problemas psicosociales en el trabajo es que, ‘como no se conocen, los trabajadores no identifican que sus problemas de deterioro de su salud van vinculados a su situación laboral’.
Hernández detalló ayer en San Sebastián, al término de un debate organizado por el sindicato en el Palacio Miramar, que, para poder afrontar el mobbing, ‘resulta fundamental proporcionar a los trabajadores información y formación necesaria’.
A su juicio, detectar e impedir los daños psicosociales ‘es un nuevo reto de futuro en la prevención de riesgos laborales’, e informar a los trabajadores y a los empresarios ‘es fundamental’.
De este modo, señaló que nuevas formas de organizar el trabajo, la falta de promoción y participación en el ámbito laboral o la ausencia de un rol en la empresa pueden desencadenar una serie de problemas de deterioro de salud. En este sentido, Hernández afirmó que ‘el acoso moral está vinculado directamente a las condiciones del trabajo, a todo lo que tiene que ver con la precariedad en el trabajo’.
Destacó que ‘no hay que confundir precariedad y temporalidad, ya que los trabajadores temporales no son los que más sufren el acoso moral, sino los trabajadores que sufren condiciones laborales precarias’.
La sindicalista aconsejó a los empleados ‘acudir de inmediato, ante cualquier duda, a los representantes de los trabajadores de su empresa o el sindicato, aunque sea difícil dar el paso’, ya que ‘el problema del acosado es el sentido de culpabilidad’.
Además, apuntó que existen mecanismos como protocolos de actuación y guías de orientación ‘para que el trabajador se sienta arropado’, aunque, según Hernández, ‘lo fundamental es que existan protocolos de actuación entre la empresa y los representantes de los trabajadores donde se pauten cómo se va a trabajar antes y después de ese acoso’.
Un estudio de campo realizado por UGT a 4.000 trabajadores reveló que ‘hay un 2% que sufren acoso moral severo y un 15% medio’, un porcentaje ‘altísimo, ya que la media europea está en el 9%’. Además, ‘el 8% de los encuestados tuvieron bajas laborales por causas vinculadas directamente a la repercusión de esos riesgos de acoso moral, estrés o efecto quemado’.
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