13 de noviembre de 2024
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Internet: Creador de “tecno-adictos”

Internet: Creador de “tecno-adictos”

La tecnología, concebida para facilitar la vida del ser humano, está en realidad haciendo de éste su esclavo La adicción a la tecnología, aunque es difícil de creer, hoy es una realidad. Nunca antes alguien imaginó que en el siglo XXI existiría gente con adicciones tan extrañas a nuevos objetos del deseo, como ser los “gadgets”, celulares o Internet. Éstos son muchas veces vistos como fetiches electrónicos que llenan vacíos de personalidad y estima. La tecnología no es mala y todo depende del uso que le demos

ADICCIONES DEL NUEVO SIGLO

El Internet atrapa cada día a más usuarios y genera un uso desmedido que puede llevar a la dependencia; el problema radica en que esta dependencia puede llegar a ser adictiva.

El término Trastorno de Adicción a Internet (IAD por sus siglas en inglés), fue acuñado por un profesor de la Universidad de Columbia, Ivan Goldberg, en 1995, ante el escepticismo de muchos de sus colegas. Hoy, este “desorden” encabeza una lista de “nuevas adicciones”, incluyendo al celular, al sexo, al trabajo, a las compras compulsivas.

Algunos indicadores de estas adicciones son: el uso compulsivo del medio, incapacidad de desconexión, cambios en ciclos biológicos, afectación en otras áreas (escuela, relaciones, economía personal) y dejar de lado otras actividades.

Como en otras adicciones, hay factores que predisponen a las personas, como la dificultad para entablar relaciones interpersonales, el aislamiento o la falta de contacto social, problemas personales, sentirse solo, baja autoestima, presiones, ambiente familiar violento.

Estas adicciones están muy asociadas a dos tipos de conducta: un trastorno obsesivo compulsivo y fobia social. Por otro lado, uno pierde el interés por todo lo demás, lo que es conocido como ACE: Aislamiento, Compensación y Evitación.

Estas adicciones sin sustancia, al igual que el consumo de drogas, generan el síndrome de abstinencia: cuando se le retira la actividad hay un cambio emocional, agresión, ira, nerviosismo, ansiedad, y tiene que volver a Internet lo más pronto posible.

¿CONSECUENCIAS?

La adicción al Internet genera una pérdida de placer en otras áreas que antes eran significativas en la vida del sujeto. Afecta a las relaciones laborales, de pareja, familiares, la economía personal. La adicción puede llevar a problemas físicos como la tendinitis, que es la inflamación de los tendones de la mano por el uso del teclado y el mouse, la resequedad ocular, pérdida en la agudeza visual, problemas vasculares por el poco movimiento, cambios en el ciclo de sueño, de alimentación, dejar de comer, etc.

Además de estas serias consecuencias, el estar conectado tantas horas al Internet es un asunto serio; se está más propenso a ser víctima de otras situaciones como el acoso cibernético, que puede traducirse en pornografía infantil, robo de identidad o de información, interferir cuentas personales, fraudes, entre otros.

“¿CIBERNÉTICOS ANÓNIMOS?”

Como en cualquier otra adicción existen maneras de tratar la adicción a la tecnología o al Internet. El tratamiento varía según la persona y puede ser psicoterapéutico, individual, de pareja, de familia y psiquiátrico. En el tratamiento psicoterapéutico se trata generalmente de un fondo depresivo severo, del que el paciente huye y que le es necesario enfrentar y superar con la ayuda especializada requerida en cada caso. La historia personal y familiar de la persona influye y predispone al juntarse con factores determinantes y finalmente desencadenantes.

Asimismo, como en otras adicciones, existen grupos de apoyo como “cibernéticos anónimos” que “ayudan” a tratar tal adicción. Sin embargo, resulta irónico que sea en el mismo Internet donde circulan varios consultorios virtuales que afirman tratar la adicción a la propia red.

UNPLUGGED: UN “BREAK” VIRTUAL

¿Quién creería que necesitaríamos un día de descanso de la computadora, celular y demás aparatos tecnológicos? A veces uno, sin darse cuenta, necesita alejarse de la constante información y conexión.

Sin embargo, el momento en que uno se encuentra sin celular o conexión, puede enloquecer. Por esta situación paradójica nació el movimiento “Unplugged”, una tendencia que propone vivir sin celular e Internet por un día, tendencia que ya tiene fuertes impulsores en el mundo.

Primero hay que conectarse, para poder desconectarse, por eso no es un problema en el país, ya que el acceso a las nuevas tecnologías no es tan masivo como en países desarrollados.

“Unplugged” fue ideado por Leif Hansen, que buscaba mantener a la gente lejos de la tecnología. A sus 37 años, Hansen se la pasaba cada segundo conectado. Pero un día pensó que estaba perdiendo parte de su vida y por un año no tuvo Internet en su casa. Hoy, una noche a la semana no toca ningún aparato tecnológico.

Inclusive instaló una alarma al computador que bloquea los programas y lo obliga a tomarse un descanso. Tiene diferentes formas de planear su día, para no caer en la tentación de pegarse al computador. Asimismo, ya no ve televisión.

"Para ser honesto, es muy difícil. Es muy difícil volverse libre", reconoce Hansen.

En EEUU, los adictos a la “hiperconexión” lo endiosan por su fuerza de voluntad para, al menos, dejar de chequear el correo electrónico y desconectarse completamente por un día a la semana.

“Es cuestión de hacer un uso más inteligente de la tecnología. Preguntarse si uno en realidad quiere vivir su vida enfrente de un pantalla y un teclado”, dice Hansen.

Creó talleres donde las personas que van empiezan con una lista sobre qué haría uno si tuviera más tiempo libre.

“Sólo con eso la gente empieza a cuestionarse. Generalmente la respuesta es hacer cosas creativas y tener más relaciones sociales”, agrega.

Son sesiones de un par de horas o hasta retiros de fin de semana, que para algunos son imposibles de soportar. En los intermedios, los “adictos en rehabilitación” suelen recaer devolviendo llamadas perdidas. Otros hasta pasan más tiempo en Internet escribiendo blogs sobre cómo dejaron de ser adictos a los blogs.

CRECIENDO CONECTADOS

I-pods, i-phones y el Internet, son algunos de los “inseparables” entretenimientos del momento de los chicos y que tiene muy preocupados a padres y educadores, ya que se comienzan a advertir los serios peligros que supone entre los menores, adolescentes e incluso jóvenes el abuso de nuevas tecnologías. Según los profesionales, el extenso e ilimitado uso de estos artefactos se está tornando en adicción, algo que puede llegar a producir desequilibrios en su comportamiento, que llegan a ser procesos similares a los que ocurren en el consumidor de drogas.

El problema radica en que al principio el adolescente o joven sólo las usa como pasatiempo, pero luego se convierte en su esclavo y finalmente es un enfermo que cae en las adicciones “electrónicas”. Mientras más joven sea el chico que cae en estas adicciones, más será el daño psicológico, ya que producen desequilibrios en el niño impidiendo su sociabilidad y entorpeciendo su desarrollo.

Perjudicial a la hora de trabajo

Los despidos por el uso del correo electrónico en las empresas para el uso particular de los trabajadores han suscitado un eterno tema de discusión: el uso de medios de la empresa para fines particulares.

¿Quién no ha aprovechado la conexión permanente a Internet para navegar por páginas de entretenimiento o chatear? En realidad un 24 por ciento del tiempo que se navega en el trabajo, es dedicado a cosas no relacionadas con la profesión.

El Internet dentro de una empresa es una de las herramientas más valiosas de comunicación para los empleados, pero al mismo tiempo es el recurso que éstos aprovechan para entretenimiento personal.

El 74 por ciento de los trabajadores con correo electrónico en el puesto laboral utilizan este sistema para enviar y recibir correos privados. La navegación por páginas web también supone una pérdida importante de horas de trabajo.

Esto supone un gasto enorme para las empresas, y podría evitarse si se controlaran este tipo de prácticas.

Entre los gustos de los trabajadores están temas que no tienen nada que ver con el ámbito profesional; páginas de noticias, pornografía y webs relacionadas con las inversiones financieras, el entretenimiento y los deportes. En menor medida muchos realizan compras, chatean, consultan información sobre viajes y encargan cartas astrales, entre otras miles de materias.

Las medidas para evitar que los trabajadores pierdan tiempo y dinero son bastante sencillas de aplicar. Para ayudar a las empresas a combatir el mal uso de la red de redes existen herramientas capaces de delatar a los empleados, registrando qué información se envía y a quién.

Basta con prohibir que los ordenadores de la red de la compañía puedan acceder a un determinado tipo de servicios o que se acceda a páginas con contenidos predeterminados. Muchas empresas ofrecen programas para configurar el Proxy, que es el muro de entrada a la red interna de la empresa.

 

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