La Autoridad de Servicios Financieros de Reino Unido (FSA por sus siglas en inglés) ha constatado que más del 90% de las ventas de complejos productos financieros que realizaron Barclays, HSBC, Lloyds y RBS a pequeñas y medianas empresas (pymes) no fueron adecuadas e incumplieron la normas regulatorias.
La CNMV británica llegó a un acuerdo el pasado junio con las cuatro entidades después de detectar «graves deficiencias» en la venta de complejos productos financieros a las pymes, lo que tuvo un «grave impacto» en un gran número de estos negocios.
Según informó entonces la FSA, las entidades vendieron alrededor de 28.000 seguros de cobertura por los tipos de interés en 2011, productos que pueden proteger a los clientes contra los riesgos de movimientos en los tipos de interés y que pueden ser adecuados cuando se venden en las circunstancias correctas.
Sin embargo, la investigación puesta en marcha por la Autoridad confirma que, tomando una muestra de 173 operaciones con productos complejos vendidos a clientes no expertos, más del 90% de las ventas incumplían uno o más requisitos regulatorios.
Tras el análisis de esta muestra, las cuatro entidades británicas comenzarán la revisión de sus operaciones de venta de estos productos a pymes. «Los bancos han acordado trabajar en la revisión individual de las ventas y compensar a los clientes según los principios establecidos por la FSA y supervisados por revisores independientes», remarca.
De hecho, el organismo incide en que una parte significativa de los 173 casos analizados en la muestra es probable que se cierren con la compensación al cliente por esta operación.
El director gerente de la Unidad de Conducta en los Negocios de la FSA, Martin Wheatley, destacó que esta situación supone un «significativo progresos» en la revisión de estos productos y confió en que su trabajo se traduzca en una resolución «justa y razonable» para los pequeños negocios.
Impulsando Pymes . La CNMV británica llegó a un acuerdo el pasado junio con las cuatro entidades después de detectar «graves deficiencias» en la venta de complejos productos financieros a las pymes, lo que tuvo un «grave impacto» en un gran número de estos negocios.
Según informó entonces la FSA, las entidades vendieron alrededor de 28.000 seguros de cobertura por los tipos de interés en 2011, productos que pueden proteger a los clientes contra los riesgos de movimientos en los tipos de interés y que pueden ser adecuados cuando se venden en las circunstancias correctas.
Sin embargo, la investigación puesta en marcha por la Autoridad confirma que, tomando una muestra de 173 operaciones con productos complejos vendidos a clientes no expertos, más del 90% de las ventas incumplían uno o más requisitos regulatorios.
Tras el análisis de esta muestra, las cuatro entidades británicas comenzarán la revisión de sus operaciones de venta de estos productos a pymes. «Los bancos han acordado trabajar en la revisión individual de las ventas y compensar a los clientes según los principios establecidos por la FSA y supervisados por revisores independientes», remarca.
De hecho, el organismo incide en que una parte significativa de los 173 casos analizados en la muestra es probable que se cierren con la compensación al cliente por esta operación.
El director gerente de la Unidad de Conducta en los Negocios de la FSA, Martin Wheatley, destacó que esta situación supone un «significativo progresos» en la revisión de estos productos y confió en que su trabajo se traduzca en una resolución «justa y razonable» para los pequeños negocios.
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