Las empresas son cada vez más conscientes de que es imposible innovar y crecer si no cuentan con una plantilla diversa y con talento. BBVA concibe la diversidad como una ventaja competitiva, en la que la diferencia aporta valor. La gestión de la diversidad generacional es uno de los grandes retos organizacionales, y también de BBVA, donde hoy confluyen hasta cuatro generaciones en su plantilla. Hacerlo con éxito supone construir equipos intergeneracionales y aunar distintas capacidades y formas de pensar que enriquecen la compañía y aportan valor, impulsando la innovación y la productividad, y haciendo una empresa más competitiva.
La entidad financiera se ha puesto manos a la obra para combatir cualquier tipo de sesgo en torno a la edad. Para ello ha creado una guía interna con el objetivo de concienciar a sus profesionales acerca del valor de la diversidad generacional y luchar contra los estereotipos y actitudes excluyentes que puedan existir respecto a la edad. Una guía que pretende formar a la plantilla para ejercer un liderazgo desde la perspectiva de la inclusión, con especial atención en procesos como la atracción, la selección o la retención de talento, tanto mayor como joven.