El trabajo puede ser un elemento protector de la salud mental, pero también puede contribuir a empeorarla. Sin un apoyo eficaz por parte de las empresas, los problemas de salud mental pueden afectar a la capacidad de los empleados para trabajar de forma productiva y aumentar el absentismo laboral. De esta forma, una cultura laboral que se centre en la prevención de las enfermedades mentales y fomente el autocuidado tiene un valor incalculable para los empleados.
Muchas empresas tienen un plan establecido de protección de la salud mental de sus colaboradores porque se preoupan por ellos. Entre ellos se incluyen:
- Crear una cultura emocionalmente abierta y que fomente la comunicación abierta
- Promover el autocuidado
- Proporcionar flexibilidad
- Asegurarse de que los empleados sepan que no están solos
- Formar a los jefes de equipo en bienestar o en primeros auxilios en salud mental