Si 2020 y 2021 fueron años marcados por la covid, el común denominador de este 2022 ha sido la incertidumbre. Acontecimientos como la guerra de Ucrania, el crecimiento de la inflación o el incremento del coste energético han tenido un significativo impacto en el panorama económico-social. Todo lo sucedido desde el inicio de la pandemia ha tenido también, como es lógico, su impacto en el mercado de trabajo nacional. A lo largo del último trienio, España ha asistido, por ejemplo, al surgimiento de fenómenos como el teletrabajo, cambios en las prioridades de los trabajadores, la escasez de talento en determinados sectores y la aceleración de la transformación digital.
En este sentido, asistimos a un cambio de paradigma en el que muchas personas se plantean qué lugar ocupa el trabajo y su desarrollo profesional en su proyecto vital; lo cual se traduce también en un punto de inflexión que impacta directamente en el ámbito laboral.