Los espacios de coworking son cada día más utilizados por miles de empresas para implementar la diversidad de modelos de trabajo que existen en la actualidad. Ya hace más de 40 años que el coworking llegó a España de la mano de Lexington, que importó este modelo de Estados Unidos. Se estima que esta tendencia, en la que ya notamos un crecimiento exponencial, seguirá extendiéndose por el país. Según datos de Savills Aguirre Newman, se calcula que en 2030 supondrá un 30% de la oferta de oficinas a nivel nacional.
En ellos, los equipos realizan sus tareas en áreas privadas, pero combinando estos entornos con espacios comunes que favorecen la cooperación, el trabajo en equipo y la optimización de costes destinados al alquiler de una oficina. Además de su flexibilidad, los espacios flexibles o de coworking ofrecen la posibilidad de crear una comunidad a la que pertenecen personas de distintos sectores empresariales; punto muy positivo en todo negocio y que puede abrir puertas a nuevas relaciones y proyectos.