La vuelta de las vacaciones provoca que muchos empleados se replanteen su continuidad en una empresa o valoren un cambio en su carrera profesional. La conciliación, el ambiente agradable o el desarrollo personal ganan enteros en la elección de un puesto de trabajo.
Un salario emocional genera en los empleados unas emociones que suman, tales como la alegría, el interés, la calma, la diversión, la admiración, la satisfacción o el triunfo. Las empresas que crean entornos que fomentan estas emociones y minimizan la envidia, el aburrimiento, la ansiedad, el disgusto o el enfado, son las que pueden competir por ofrecer un salario emocional real.
El 65 % de los trabajadores se inclina por escoger una compañía en la que pueda conciliar lo laboral y lo familiar, el 62 % valora el ambiente agradable, el 60% la seguridad laboral y el 54 % la posibilidad de desarrollarse como profesional.
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