Según un estudio llevado a cabo por la empresa de consultoría Global Workplace Analytics de mano con IWG, la adopción del trabajo híbrido y la utilización de espacios de oficina flexibles pueden reducir significativamente los gastos fijos de una empresa, como, por ejemplo: el alquiler, la calefacción y el personal de apoyo. Así pues, prescindir de estos componentes puede suponer para las corporaciones una e media un ahorro de aproximadamente 10.000 € por cada empleado, gracias al formato flexible.
El ahorro económico para las empresas no solo se genera al reducir los servicios necesarios en el sitio de trabajo, como la calefacción o el personal de limpieza, sino también al cambiar la ubicación de las propias oficinas.
El trabajo híbrido puede ahorrarles a los empleados una media de casi 400 euros al mes en viajes de tren y hasta 150 euros al mes si se mueven en coche, mientras que los que recorren largas distancias ahorran mucho más.
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